Esa imagen que tenemos de los literatos, hombres y mujeres "chapados a la antigua" quedó sepultada con el español Ignacio Del Valle, autor del libro "El tiempo de los emperadores extraños".
Es soltero, dueño de ojos verdes esmeralda y de un cuerpo bien tonificado. Corre al menos 1 hora al día y en la noche alza pesas en el gimnasio. Estos ejercicios le ayudan a combatir el estrés diario de escribir a tiempo completo.
Aficionado a la fotografía y a las dulces melodías de un piano, tiene la virtud de ejercer la profesión de sus sueños. Y no es que sólo le guste el arte, porque es rumbero y le agrada disfrutar de un buen ron.
Prefiere el estilo deportivo, el saco y la corbata, no tienen cabida en su mundo tan ajetreado.
En una entrevista tempranito en la mañana y con el agradable aroma de un café, el escritor de 36 años conversó sobre su más reciente libro y estuvo dispuesto a contarnos las cosas que le gustan hacer, cuando no está frente a una laptop.
Como buen español disfruta de las gastronomía nacional, come de todo. En la dieta diaria no puede faltarle arroz y proteínas.
UNA NOVELA DE SUSPENSO, COMO SU VIDA
"El tiempo de los emperadores extraños" es una historia de ficción, una trama dominada por el suspenso. Personajes a quienes la guerra despojó de toda humanidad, llenan las páginas de esta sorprendente novela. Es la segunda obra de una trilogía que inició con "El arte de matar dragones".
Para él, un buen libro nunca debe ser aburrido, sino inteligente y entretenido. Si a las 30 páginas no te gustó, lo mejor es comprarse otro, agregó el español.
EL AMOR TIENE EXPIRACION
Para Ignacio, el amor y la dependencia están ligados; no se sabe cuándo estas enamorado y cuándo dependes de otra persona. El amor representa "una manera de estar cuerdo con fecha de caducidad" y que las personas deben ser una naranja entera que busca otra naranja. No existe la media naranja.
No tiene planes de matrimonio y no es que no crea en ello, sino que sus decisiones por ahora, solo deben afectarlo a él y no a terceras personas. Para tener una familia, Ignacio asegura que hay que ser responsable, y para tener hijos se necesita la capacidad de brindarles la mejor educación.