El Real Madrid sólo pudo empatar ayer 1-1 en Zorrilla tras enredarse en la presión de un Valladolid voraz, ordenado, rápido y profundo, que gobernó el encuentro ante un líder inseguro, sin llegada por las bandas y que sufrió en defensa la sangría de pérdidas de balón de su medio campo.
Un tanto apenas a tres minutos del final del argentino Saviola, servido espléndidamente por el holandés Van Nistelrooy, salvó del desastre al Madrid, dominado de principio a fin por el Valladolid, recién ascendido, que mostró un gran nivel futbolístico y que se adelantó con un extraordinario gol desde fuera del área de Pedro López.
El punto le permitió al conjunto de Bernd Schuster seguir al frente de la tabla con diez puntos, uno más que el Villarreal y Valencia, y a dos del Barcelona.