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Cavenaghi (izq.)  |
El argentino Santiago Hernán Solari, un jugador salido de River Plate, 'castigó' a su ex equipo con un bello tanto que desniveló el encuentro, apuntillado por Javier García Portillo con dos goles, y entre ambos concedieron la XXV edición del Trofeo Santiago Bernabéu al Real Madrid, que celebró con un 3-1 el 50 aniversario de la llegada de Alfredo di Stéfano a la 'Casa Blanca'.
Solari, el hombre '12' ó'13' de la plantilla madridista, capitalizó el triunfo de un jovencísimo campeón español, que rubricó su victoria en la segunda mitad, en la que jugó plagado de chicos de la cantera.
El argentino tiene que aprovechar cada oportunidad que tiene, y aunque el oponente en esta ocasión era su ex equipo demostró que sigue siendo un hombre a tener en cuenta.
Y no solo por su bonito gol, sino porque es un futbolista que trabaja y que aporta llegada, tanta que mandó otros dos balones a la madera.
Su tanto, rubricado con una gran calidad, desequilibró a los 55 minutos un partido que comenzaba a controlar el River Plate con cierta claridad, al aprovecharse de su mayor experiencia. Al menos, el conjunto argentino se salvó del escarnio en el que el 'Baby' Madrid había convertido el choque con tanto de Luis González a poco del minuto 90.
Al final, contundente victoria del Real Madrid, que tras dos años sin lograrlo se adjudicó por decimoquinta vez el Trofeo Bernabéu y que homenajeó con una sonrisa a Di Stéfano ante un River Plate que pasó de agradar a decepcionar.
MINUTO 55: SUPER SOLARI
El Ríver, que había aguantado durante todo el primer periodo las oleadas brillantes de Zidane y de Beckham, se descompuso con el gol de Solari, que no celebró la diana. |