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Sigue maratón diplomática en la ONU: China se opone a Kofi Annan
Agencias
Internacionales
La maratón diplomática que se celebra en la ONU desde el lunes se crispó este miércoles, especialmente tras la intervención en la Asamblea General de China, que rechazó tajantemente la propuesta del jefe de la ONU Kofi Annan de una "injerencia" humanitaria. El ministro de Relaciones Exteriores chino, Tang Jiaxuan, advirtió al foro mundial contra un resurgimiento de la diplomacia de las cañoneras, reiterando la oposición incondicional de China al uso de la fuerza contra un Estado soberano en defensa de los derechos humanos. "La mentalidad de la Guerra Fría permanece" y "la tendencia a la intervención militar está en auge", afirmó el canciller chino, agregando que los derechos humanos son "un asunto interno" y es natural que los países definan esos derechos en forma diferente. El discurso del canciller chino fue un fuerte rechazo al secretario general de la ONU, Kofi Annan, quien el lunes abrió la Asamblea General del foro diciendo que había "derechos más allá de las fronteras". Pero Tang respondió que "una nueva diplomacia de las cañoneras haría estragos", y que si la "soberanía de un país es puesta en peligro, sus derechos humanos no podrán ser protegidos eficazmente". Esta controversia sobre el derecho de injerencia, alegando motivos humanitarios, ha dividido a la Asamblea General, en la que una mayoría de los participantes se ha expresado en favor o en contra de la propuesta de Kofi Annan. "La injerencia no puede efectuarse sin el consentimiento del Estado concernido", afirmó el mandatario, quien ejerce la presidencia de la Unidad Africana (OUA). El derecho de injerencia se relaciona además de manera directa con el otro maratón diplomático que se celebra en estos días en la ONU, entre bastidores, en torno al caso del ex dictador chileno Augusto Pinochet, detenido en Londres a la espera de una decisión sobre un pedido de extradición emitido por la justicia española. Chile rechaza la extraterritorialidad de la justicia y alega razones de soberanía nacional para rechazar la detención de Pinochet en Gran Bretaña hace 11 meses y su extradición a España. Incluso el presidente argelino, Abdelaziz Bouteflika, se integró en esta polémica, afirmando ayer en una rueda de prensa en la ONU que "si cabe juzgar a Pinochet, éste debe ser juzgado por el pueblo chileno". "No hay razón de sustituir al pueblo chileno", afirmó el mandatario argelino, quien el lunes insistió que la noción de soberanía nacional debía tener primacía sobre el derecho de injerencia humanitaria reclamado por el foro internacional. El ministro alemán de Relaciones Exteriores, Joshka Fischer, evocó directamente en su intervención ante la Asamblea de la ONU el caso Pinochet, situándose más bien del lado de Kofi Annan. "El arresto domiciliario de Pinochet... es un avance histórico en el camino a que la ley prevalezca en el mundo. En el futuro, dictadores y violadores de derechos humanos van a tener que rendir cuentas", dijo el jefe de la diplomacia alemana. Chile ha aprovechado la Asamblea General para multiplicar sus presiones, en vísperas del inicio de las audiencias para decidir si el militar chileno será extraditado a España, previsto para el 27 de septiembre. El canciller chileno Juan Gabriel Valdés ha dedicado gran parte de su agenda en la ONU a reuniones bilaterales para discutir el caso de Pinochet, entre ellas con sus colegas británico Robin Cook y español Abel Matutes. Valdés pidió a Cook que Londres examine la "situación humanitaria" planteada por el estado de salud del ex dictador de 83 años. Sin embargo, la presión de Santiago para evitar la extradición del militar no parece haber dado frutos, y el canciller chileno no ha logrado el acercamiento de posiciones ni con Londres ni con Madrid. Valdés indicó que Cook le había respondido que el gobierno de Tony Blair "no pensaba interferir" en el proceso de la justicia británica. Cook también le dijo a Valdés que Londres no examinaría la liberación de Pinochet por razones humanitarias antes de que se realicen las audiencias de extradición, indicaron las fuentes. Y España también mantuvo su posición, que fue reiterada el martes por Matutes, quien dijo a Valdés que el ejecutivo no piensa interferir con el poder judicial español.
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El discurso del canciller chino fue un fuerte rechazo al secretario general de la ONU, Kofi Annan, quien el lunes abrió la Asamblea General del foro diciendo que había "derechos más allá de las fronteras". Pero Tang respondió que "una nueva diplomacia de las cañoneras haría estragos", y que si la "soberanía de un país es puesta en peligro, sus derechos humanos no podrán ser protegidos eficazmente".
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