Banco Mundial promete respaldo al presidente Pastrana
Agencias
Internacionales
El presidente colombiano Andrés Pastrana recibió un respaldo bancario internacional para su plan de 7.500 millones de dólares de combatir el narcotráfico y fortalecer la decaída economía de su país, dijo ayer el presidente del Banco Mundial (BM), James Wolfensohn. El jefe del BM dijo que no se mencionó cifra específica alguna cuando Pastrana se reunió con él y Enrique Iglesias, presidente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) anoche. Pero Wolfensohn indicó que las entidades prestamistas desean ayudar a Colombia "a lidiar con las repercusiones sociales de la campaña antidrogas y los demás programas económicos del país". La importante promesa internacional de apoyo sobrevino mientras Pastrana solicitaba respaldo entre miembros del Congreso norteamericano para su plan de tres años, que el presidente Bill Clinton ha elogiado. "Estaremos buscando respaldo para el plan en las próximas semanas", dijo Pastrana a los periodistas antes de emprender una serie de reuniones con líderes de la Cámara de Representantes y el Senado. Pastrana obtuvo el respaldo de Clinton ayer en Nueva York para su plan, que además conllevaría negociar la paz con los guerrilleros izquierdistas de Colombia, que apoyan el narcotráfico. Pero Clinton no manifestó compromiso alguno en cuanto a otorgar ayuda, dijeron funcionarios de Estados Unidos. A pesar de las presiones ejercidas por Estados Unidos sobre Colombia, la producción de coca y adormidera, los frutos con los que se elabora la cocaína y el opio, ha aumentando fuertemente. Colombia es ya uno de los países que más ayuda recibe de Estados Unidos: este año, 300 millones de dólares para su campaña antidrogas. Las autoridades norteamericanas han dicho que el grueso del dinero para el plan trienal de Pastrana tendría que salir de fuentes colombianas y entidades prestamistas internacionales, las cuales el mandatario colombiano espera contribuyan 3.500 millones de dólares. La crisis económica de Colombia se está profundizando. La calificación de crédito del país ha sido reducida, el peso ha sido devaluado casi 30 por ciento en lo que va del año, y el gobierno anunció anoche una precipitación de la producción económica. Pastrana dijo a los periodistas que Colombia desea exenciones tarifarías por parte de Estados Unidos, como las que se estudia otorgar a Centroamérica. A menos que el Congreso se avenga, dijo Pastrana, los productos colombianos perderían su competitividad. "Vamos a insistir en que necesitamos su ayuda", dijo. Otro apremio económico, dijo Pastrana, es crear cosechas alternas para que los agricultores colombianos dejen de cultivar plantas para la elaboración de narcóticos. Pastrana manifestó optimismo en cuanto a frenar el narcotráfico y poner fin a las rebeliones izquierdistas. "Si derrotamos a los narcotraficantes, también derrotamos a los guerrilleros", dijo. En el Congreso, la administración de Clinton fue criticada más que Pastrana lo fue por no haberse contenido el contrabando de drogas procedentes de Colombia. Clinton le ha escrito a los líderes del Partido Republicano para pedirle que cooperen en suministrar mayor ayuda a Colombia. Pero el senador Charles Grassley, republicano por Iowa, dijo que tal ayuda no debía ser solamente "otra larga lista de regalías sin reparar en el propósito y el resultado". Grassley dijo que presentaría un proyecto para requerir que el Ejecutivo elabore una estrategia pormenorizada sobre Colombiano en un plazo de seis meses. "Es vergonzoso que tengamos tan poca cosa ante el Congreso o el público norteamericano, en términos de política seria o discusión sincera sobre lo que hemos de hacer", dijo el senador en una audiencia ayer. "Estamos listos para considerar a pleno su objetivo de la paz en Colombia", dijo a su vez el representante Daniel A. Gilman, "pero primero tiene que (eliminar) la zona desmilitarizada que los rebeldes siguen usando en sus operaciones". Gilman hizo esas manifestaciones después de una visita de Pastrana a los focos de oposición en el Congreso a su programa de paz y recuperación. Las zonas desmilitarizadas fueron el aliciente ofrecido a los rebeldes para la apertura de las negociaciones. Gilman dijo en un artículo publicado esta mañana por The Washington Post el gobierno de Clinton "debiera establecer una política clara de no-legitimación de las guerrillas. Todos y cada uno de los contactos con las guerrillas de las FARC y el ELN debieran cesar inmediatamente".
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