A continuación les presentamos una lista de algunas señales para que usted querido lector tome nota y empiece a tramitar su jubilación.
Si comienza a preocuparte tu índice de colesterol, siempre te pones a leer las calorías e información nutricional que traen los envases.
Si en lugar de peinarte, comienzas por "arreglarte" el cabello, para ocultar la calvicie.
Si te comienzas a dejar la barba, para que no se te vea la calvicie.
Si te comienza a gustar la agricultura y pasas la mayor parte del tiempo libre en el jardín de la casa.
Si el trabajo te da placer, pero también el placer te da más trabajo.
Si hasta el doctor a quien tanto consultas es más joven que tú.
Si en vez de cortar la hierba, prefieres pagarle al "cholito" para que lo haga.
Si las comidas con mucho condimento, comienzan a hacerte daño.
Si comienzas a llamarle hijita, jovencita, a las muchachas menores de treinta años.
Si te toma toda la noche llevar a cabo lo que anteriormente, llevabas a cabo todas las noches.
Si la mayoría de tus frases terminan con un "Dios te bendiga".