José Benítez Camacho, es un panameño de nacimiento y un cubano de crianza, por ende se considera de las dos nacionalidades.
"Cuba", apodo con el que es conocido Benítez, se inició en el deporte desde niño en el país caribeño, al que llegó cuando tenía 18 días de nacido.
Allá, primero practicó ciclismo, luego boxeo, pero se retiró de éstas ya que no le daban la talla, hasta que entró en judo y salió retornando nuevamente porque su papá era boxeador, eso fue hasta que se hizo judoka, lo llevó a ser campeón de judo agresivo en el Caribe.
Participó en varios Juegos Panamericanos y Centroamericanos, así como Juegos Bolivarianos, en las Olimpiadas de Barcelona 1992 y Atlanta 1996, representando a Cuba, país en el que dejó algunas medallas para que lo recordaran como atleta de prestigio.
Al llegar a Panamá, funda la Academia Pana-Cuba, en 1997, luego de haber entrado al país para un seminario, se queda en éste aunque no se considera ni desertor ni asilado político. Inicia con 42 estudiantes, quedándose actualmente con 12 y de ellos con 3, siendo uno de ellos Berenice Cedeño, de 14 años, quien es sho dan cinta negra actualmente y con Norberto Camargo, de 12 años.
“El judo panameño a nivel internacional está sancionado por eso es que yo no estoy afiliado a nadie”, comenta el sensei Benítez.
Benítez, tiene pensado ir a Guatemala, en el mes de noviembre para que los dos atletas se fajen con otros de origen guatemaltecos y se vayan preparando para competencias internacionales.
Benítez, trabaja independiente pero está reconocido según este por el Comité Olímpico Internacional. "En Panamá, estoy creando una disciplina nueva con técnicas de judo, de defensa personal y un poco de sambo con la técnica de los kata de sables y la danza de kata con wain sable que jamás se han visto en Panamá", dijo.
El sensei Benítez, reside en cualquier parte de la provincia de Coclé, ya que no tiene casa en donde vivir, y subsiste de lo que le están pagando los atletas, lo que utiliza para alquilar algún cuartito por cualquier parte, además ha entregado currículo para trabajar, pero no le dan respuesta. Aún así, él no desmaya y sigue trabajando por el bien de la juventud.