Tres días después de que la furia del río Perequeté golpeara a los residentes de la barriada 31 de Octubre, la población aún sufre la falta de agua potable.
Ayer la Alcaldía de Capira inició la distribución de cemento, arena y piedra, para ayudar a que 96 familias sustituyan el piso de tierra por uno de cemento, que les permita mejorar su condiciones de vida, además de repartir agua embotellada.
Leovigildo Morales era uno de los que con ayuda de una carretilla batallaba con el lodo para trasladar a su casa las bolsas de arena y piedra con las que dijo construirá hoy el piso de la vivienda; asegurando que cualquier ayuda que reciban es bienvenida.
"La mayoría perdimos todo lo que teníamos", dijo el señor Leovigildo, añadiendo que por años las familias han mantenido alfombras o linóleos sobre el piso de tierra.
Aseguró que al oscurecerse el cielo, siente temor de que se dé otra inundación y se vean obligados a "arrancar para otro lado".
Iván Saurí, alcalde de Capira, dijo que la prioridad entre la población es el agua potable, debido a que las letrinas se desbordaron y muchas de las tuberías están rotas. Además, ya están apareciendo casos de diarrea entre la población infantil.
Personal del Ministerio de Salud ha estado distribuyendo cloro y cal en las casas.