La huelga que por 5 semanas mantenían los profesores ha terminado. Al final no hubo mayores variantes a lo negociado con anticipación por otros 12 gremios magisteriales. El aumento salarial fue de 90 mensuales, salvo que en vez de ser B/.50 para el año 2007 serán B/.55, B/.25 en el 2008 y B/.10 para el año 2009.
La huelga deja un sabor amargo. Los únicos fregados en todo ese tiempo perdido fueron los estudiantes, que ahora deberán recomenzar sus estudios, porque vienen de una larga suspensión de las labores enseñanza-aprendizaje, a la que además de las semanas en huelga, hay que sumarle los 15 días de las vacaciones de medio año.
Tan culpable de la situación son los dirigentes magisteriales intransigentes como el gobierno por su incapacidad de diálogo. Todo el movimiento fue una derrota para todos, donde los más afectados son los miles de estudiantes que recibirán ahora una educación para salir del paso.
Ojalá que el Ministerio de Educación y los profesores no nos vengan con la eterna mentira de recuperar las clases. El tiempo perdido no se recupera jamás y sería engañarse el prometer alargar el calendario escolar.
En noviembre las clases se ven afectadas por las Fiestas Patrias y en diciembre tradicionalmente sólo se dictan clases durante la primera semana del mes, debido al ambiente propio del Día de la Madre y Navidad, así como los preparativos de las graduaciones.
Con todo lo sucedido habría que reflexionar y preguntarse: ¿qué se consiguió de más? La respuesta es sencilla: nada adicional. El saldo es una perdida para toda la Nación.