Además de la predisposición hormonal, existen otros múltiples factores implicados en el problema de la celulitis.
Predisposición genética y de raza.
Factores psicológicos como el stress, la ansiedad o la depresión que influyen en la regulación del sistema capilar (la microcirculación sanguínea).
Trastornos circulatorios provocados por varices, por posturas incorrectas o por ligas, fajas, ropa ajustada, etc.
Sobrepeso
Enfermedades tiroideas, hepáticas o digestivas.
Estreñimiento.
El consumo de determinados fármacos, especialmente anovulatorios y corticoides.
La vida sedentaria (falta de ejercicio)
HáBITOS SALUDABLES
Seguir una dieta equilibrada, baja en grasas y muy rica en frutas y verduras.
Evitar el estreñimiento, tomando alimentos con fibra y bebiendo abundante agua (unos 2 litros al día)
Hacer ejercicio habitualmente (caminar, subir escaleras o practicar algún deporte si es posible)
Evitar posturas que compriman la circulación, las prendas ajustadas y los zapatos de tacón alto.
No abusar de las fuentes de calor directo a la piel (cera caliente, sol, baños muy calientes).
Finalizar las duchas con agua fría en las piernas, empezando por los pies y ascendiendo lentamente.
Efectuar masajes en las zonas más propensas a las celulitis.