John Roberts, el candidato a presidir el Tribunal Supremo de EE.UU., prometió que se guiará por las leyes federales y no por sus creencias personales, en los casos de eutanasia.
Sin embargo, durante el tercer día de audiencias para su confirmación ante el Comité Judicial del Senado, el juez Roberts mantuvo el mismo nivel de mutismo respecto a casos concretos, lo que nuevamente suscitó la ira de los demócratas.
De hecho, los ocho demócratas del Comité insistieron en que necesitan tiempo para interrogar a Roberts porque, a su juicio, éste no ha explicado con claridad su filosofía judicial.