La Cumbre Mundial de la ONU, a la que asisten 170 jefes de Estado y de Gobierno, quedó inaugurada ayer con apasionados llamamientos para combatir el terrorismo y sus causas y acometer la reforma del organismo.
La cumbre, que se clausurará el viernes, fue convocada con el fin de acometer urgentes reformas de la ONU, aunque el documento finalmente acordado para su debate queda por debajo de las expectativas iniciales.
El presidente de EE.UU., George W. Bush, que cerró el primer turno de intervenciones con su discurso como país anfitrión, exhortó a los Estados a colaborar en sus ideas para la difusión de la democracia en Irak y el resto del mundo, el levantamiento de las barreras comerciales y la persecución del terrorismo.
Washington está dispuesto a eliminar sus barreras comerciales si otras naciones adoptan medidas similares, afirmó Bush. El comercio, aseguró, "es la clave para superar la pobreza en el mundo".
Buena parte de los miembros de la ONU permanecen aún escépticos sobre la guerra en Irak y consideran que EE.UU. debe hacer mucho más en lo que respecta a medioambiente y la ayuda a los países en desarrollo.