Santiago Aizpú sabe muy bien las consecuencias de no utilizar los puentes elevados vehiculares, y es que lamentablemente, al igual que él, muchos ciudadanos han tenido que aprender con los golpes que dichas estructuras no están para adornar el paisaje.
El reloj marcaba un minuto después de las siete de la mañana de ayer, jueves, cuando Aizpú tomó la errada decisión supuestamente para acortar distancia y no agotarse subiendo las escaleras del puente elevado de Balboa, en Río Abajo. Optó por pasar por debajo del paso elevado, pero no tomó en cuenta que a esa hora, el stress matutino abraza a los conductores que desean llegar pronto a su destino.
La consecuencia de su equivocación dejó marcas: Un auto sedán lo atropelló y le ocasionó golpes en la cabeza y otras partes del cuerpo, por lo que tuvo que ser llevado al Hospital San Miguel Arcángel, en San Miguelito, donde mientras se cura de sus heridas tendrá oportunidad de reflexionar sobre la importancia de los puentes elevados, los que están hechos para salvar vidas.
En lo que va del año, más de un centenar de personas han muerto atropelladas, muchas de ellas por no hacer buen uso del paso elevado.
CIFRAS: NUMEROS ROJOS
Según estadísticas de la Dirección de Operaciones del Tránsito, 109 personas han fallecido por atropello en lo que va del año, de un total de 285 personas muertas por accidentes de tránsito.