Una verdadera tunda fue lo que recibió un sujeto que se masturbaba mirándole el órgano sexual a otro hombre.
El bochornoso espectáculo se suscitó recientemente en la puerta de un baño público en un concurrido centro citadino.
Según fuentes extraoficiales, la víctima del libidinoso lo esperó afuera del baño y lo agarró a golpes ante la mirada atónita de los presentes.
Los dos sujetos fueron conducidos ante las autoridades competentes, y el agresor manifestó que le pegó al depravado para que le quede de lección y respete.