El guardameta panameño Jaime Penedo confesó ayer sentirse sumamente avergonzado por su accionar al final del partido, para nada de amistoso, entre Panamá y Venezuela, que concluyó empatado.
Penedo ofreció disculpas al pueblo panameño, a la gente en Venezuela, a su familia, pero, sobre todo, a la niñez de este país.. que una vez lo vio y trató como su principal ídolo.
Según Jaime, lo único que quiso fue quitarle el balón al jugador Gabriel Cichero, a quien manoteó de una "manera brusca", lo que hizo que el rival le respondiera con un codazo.
"Pensé que la situación se quedaría ahí, pero fue cuando vino el tanganazo que me dejó medio inconsciente", precisó el jugador.