Como dicen en Santiago: el relajo es con orden. Es imprescindible el ordenamiento de los tranques de calle. El tranque puede ser hasta turístico, porque no existen en otros países y menos con la proliferación y frecuencia que se dan en Panamá. Nadie sabe cuándo comenzaron, pero al despertar este siglo encontró el fenómeno grandecito y con cédula panameña. La causa o el motivo de este fenómeno social, hay que aceptarlo, deviene de insatisfacciones, generalmente comunitarias, gremiales o sectoriales, sin excluir la politiquería.
No hay nadie en Panamá que no se crea con derecho a trancar una calle..
La normativa de los tranques, entre otras cosas, debe contemplar los siguientes conceptos: 1)Todo cierre o tranque debe ser notificado por escrito al Alcalde con 24 horas de antelación, por analogía a lo que ocurre con el derecho a reunión pacífica y sin armas reconocido
2) Debe fijarse el sitio o calle donde se hará el tranque, así como fecha y hora de inicio y de terminación. Es importante para que la gente busque salidas alternas y pierda menos tiempo. Si se trata del cierre de la vía interamericana debe ser informado a la gente del interior por radio y TV.
3) Para llevar a cabo un tranque se necesita un mínimo de cien personas. No pueden ser cuatro gatos ni gatas.
4) En cada cierre los trancadores elegirán democráticamente un Jefe de Tranque, quien tendrá bajo su responsabilidad las acciones a tomar. Éste deberá prever cualquier contingencia, así como el abastecimiento de agua, emparedados, paraguas, llantas para quemar, piedras y palos. Si hay niños debe conseguir leche y bebidas envasadas en tetra-pac.
5) En el evento de que aparezca una ambulancia, el Jefe de Tranque evaluará la urgencia del enfermo y la conveniencia o no de darle paso. El Jefe debe procurar condiciones para un parto o un aborto de apuro (camilla y partera).
6) Los empleados públicos tienen derecho a una hora de tranque diario sin descuento.
7) La Corte Suprema y demás autoridades deben entender que tranque mata a libre tránsito, o sea, el derecho a tranque se impone sobre el derecho de libre tránsito.
Como la Cámara de Comercio, el SIP y el CONEP son opuestos a los cierres de calles, deben patrocinar la construcción de un monumental TRANCODROMO en la Cinta Costera y se acaba el problema.