Paul Kagame, reelegido presidente de Ruanda en las elecciones del pasado 25 de agosto, tomó posesión del cargo y prometió "trabajar por la unidad de los ruandeses" durante sus siete años de mandato.
Kagame juró su cargo en una ceremonia en el estadio Amahoro, el más grande de la capital, Kigali, ante nueve jefes de Estado africanos y cerca de 30.000 seguidores.
"Yo, Paul Kagame, presidente de Ruanda, juro respetar la Constitución y trabajar por la unidad de los ruandeses", prometió el nuevo presidente.
Su partido, el Frente Patriótico Ruandés (FPR), gobierna Ruanda desde que, todavía como grupo rebelde y con Kagame al frente, tomó el poder en julio de 1994, poniendo fin al genocidio orquestado durante cien días por elementos extremistas del régimen hutu en el poder,y en el que murieron un millón de tutsis y hutus moderados.
Nueve años después del genocidio, cerca de cuatro millones de votantes fueron a las urnas, en las primeras elecciones presidenciales multipartitas.
De 45 años y perteneciente a la etnia tutsi, minoritaria en Ruanda, Kagame creció en el exilio en Uganda, a donde su familia huyó de las persecuciones contra los tutsi ocurridas en los años sesenta. |