Decenas de miles de suecos se manifestaron para honrar la memoria de la canciller Anna Lindh asesinada dos días antes en un centro comercial de Estocolmo, aunque la ola de simpatía hacia su persona no parece traducirse en apoyo del "sí" para ingresar en la zona euro.
Hasta 50.000 personas protestaron ayer.
"La hemos perdido, pero nuestra rabia por su pérdida no debe paralizarnos", dijo el premier Goran Persson, quien instó a los manifestantes a que vayan a votar el domingo en el referendo que decidirá si se entra en la zona euro. |