CUARTILLAS
Oportunidad
 
Milciades A. Ortiz Jr.
Colaborador
La excelentísima Presidenta de Panamá avanzó con paso seguro hacia el sitio del discurso. Centenares de ojos de presidentes y diplomáticos pudieron apreciar su estilizada figura y el sobrio pero elegante traje sastre que llevaba. Con voz pausada y firme, la Presidenta miró un segundo a la enorme audiencia de la llamada Cumbre del Milenio en las Naciones Unidas. Pensó en los millones de personas en todo el mundo que la verían por televisión, cable, internet y quién sabe qué otros medios modernos de comunicación. Cualquier otra persona tendría miedo a hablar ante tan distinguida y enorme audiencia, pues se había dicho que la reunión juntó a la mayor cantidad de jefes de Estado en todo el siglo. Ella sabía que tenía una enorme responsabilidad ante su pequeño pero importante país. Por eso no le tembló la voz cuando comenzó a hablar: "Traigo un saludo caluroso de un pueblo pequeño pero digno; de un pueblo que al fin ha logrado el ejercicio pleno de su soberanía en todo su territorio, al salir las tropas extranjeras el 31 de diciembre del año pasado". Por un segundo la Mandataria recordó el momento histórico que vivió Panamá con la entrega del Canal y la salida de las tropas de Estados Unidos. Su peso se hinchó de orgullo y nacionalismo. Por eso había venido a la ONU a traer un mensaje de optimismo, de una región latinoamericana que hacía esfuerzos por vivir en paz y democracia. "Ahora, pasados los primeros ocho meses de administrar el Canal, podemos los panameños decir con orgullo que no fueron ciertos los oscuros vaticinios de quienes pensaron que no podríamos manejar bien el Canal", dijo. "En estos meses el pueblo que represento ha dado una lección de capacidad administrativa y técnica a todo el mundo. El canal no sólo sigue funcionando, sino que incluso lo estamos haciendo mejor que cuando lo administraban los Estados Unidos de Norteamérica. Señaló la Mandataria a toda la audiencia en esa reunión del milenio. Continuó su discurso con voz segura: "Por eso hemos venido a este Foro mundial para hacer una invitación a todos los países del planeta, no importa su tamaño o el número de su gente. Panamá los invita a participar en el esfuerzo de seguir manejando un canal para beneficio de todos..." (Hizo una cosa pausa). "Y no sólo queremos que los pueblos hermanos utilicen nuestro Canal, sino que les ofrecemos participar con empresas e instituciones en la utilización de las instalaciones y tierras que antes eran bases militares y ahora estamos transformándolas en centros de comercio y del saber", señaló la Mandataria mientras veía las líneas del discurso en una pequeña pantalla ubicada delante de ella. "Con los brazos abiertos recibiremos a empresarios que quieran hacer negocios en nuestro país, así como a instituciones universitarias que deseen estar en la Ciudad del Saber". Y por unos minutos más, con voz serena, la Mandataria panameña llevó a todos los confines del mundo un saludo y la presencia de un pueblo pequeño, pero orgulloso de su destino. Y sobre todo, dispuesto a manejar bien el Canal y las tierras y edificios revertidos. Esto traería más tarde a varios empresarios y educadores dispuestos a instalarse en la antigua zona canalera... (Cuando desperté me di cuenta que todo había sido un sueño. Pensé que se perdió una oportunidad para promocionar al país, pero realmente no soy nadie para saber lo que más conviene a Panamá.
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