 |
La presidenta Mireya Moscoso junto al presidente de la Asamblea Legislativa, Rubén Arosemena.  |
El arzobispo José Dimas Cedeño advirtió ayer el "peligro de una explosión social incontrolable" en Panamá y pidió a la clase gobernante y a la sociedad civil tomar las medidas necesarias para acabar con el "cáncer de la corrupción".
Las palabras del prelado se dieron en la homilía en ocasión de celebrar los 488 años de fundación de la Iglesia Católica panameña, acto al que asistieron la mandataria Mireya Moscoso, ministros y el presidente de la Asamblea Legislativa, Rubén Arosemena.
"Crece cada día el número de desempleados y como resultado aumenta la pobreza, la desesperación y hasta la violencia. Ante esta situación no podemos desechar el peligro de una explosión social incontrolable con consecuencias impredecibles", sostuvo monseñor.
Dimas Cedeño manifestó que frente a la difícil situación económica que atraviesa el país es impostergable el acercamiento y diálogo entre el Ejecutivo y la Asamblea para buscarle soluciones a los problemas.
Igualmente solicitó aplicar todos los remedios para curar el cáncer de la corrupción, porque la misma favorece la impunidad y el enriquecimiento ilícito. Además instó al gobierno a actuar con transparencia ante cualquier situación ambigua que puede suscitar justos temores o sospechas.
Monseñor exigió fortalecer al Ministerio Público y la Dirección de Responsa-bilidad Patrimonial para prevenir y corregir ese pecado social denominado corrupción, que además de empobrecer moral y materialmente, resta la credibilidad y confianza que merecen nuestras autoridades.
José Dimas Cedeño indicó que la Iglesia no es una "momia", por ende no puede estar estática e insistió en que la corrupción afecta a las personas, las estructuras públicas y privadas y a la clase dirigente. |