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Uno debe recordar que, en esos días lejanos, no había autos, ni aeroplanos, ni equipos de televisión, pero había abundancia de paz y tranquilidad. En la noche del 27 de enero de 1896, todo eso iba a cambiar abruptamente.
Annie Kempton era una belleza de 19 años, tenía un largo cabello negro, una figura voluptuosa y una agradable personalidad. Para añadir azucarado a la torta, el padre de Annie era considerado uno de los granjeros más acaudalados del condado. En la noche en que la ruín acción tuvo lugar, el padre de Annie, Isaac Kempton, estaba lejos de la casa en un viaje de negocios. Se lo esperaba de regreso tarde al día siguiente. Su madre estaba visitando a una hija casada en Massachusetts. Dos peones que Isaac empleaba se habían ido de cacería y no volverían por varios días. Annie estaba pasando la noche sola.
Alrededor de las 11 de la noche, Annie subió al piso superior, se puso su camisón y estaba a punto de acostarse cuando sintió un fuerte golpe en la puerta de la cocina. Se puso su kimono, levantó la ventana de su dormitorio y gritó, "¿Quién está allí?".
El hombre, a quien Annie conocía bien, se identificó en la oscuridad y explicó que lamentaba venir una hora tan tardía, pero el padre de ella le había dicho que podía pedir prestado un rifle. Justo hacía una hora, había descubierto que podía ir de caza en la mañana y así había ido enseguida a buscar el arma.
Annie corrió abajo, encendió una lámpara en la cocina y dejó entrar al hombre. Intercambiaron cortesías. Ella no pudo evitar detectar el olor a licor en el aliento del hombre.
"LA HE OBSERVADO Y HE ESTADO ESPERANDO"
El visitante miró extrañamente a Annie. El intruso mostró sus intenciones claramente. Le dijo a Annie, "por tres largos años, la he observado y he esperado. He visto a los jóvenes reunirse alrededor suyo, en las reuniones sociales y las fiestas rogando por su atención. Todo el tiempo me prometía a mí mismo que algún día la tendría".
El hombre, ahora con ojos enloquecidos, continuó, "yo sé que soy demasiado viejo para usted y que no tengo ni dinero ni buen aspecto. Si hubiera intentado cortejarla, todo el mundo en el distrito se hubiera reído de mí, incluso usted misma".
Annie estaba frenética. Le rogó al hombre que se fuera, pero fue inútil. En segundos, su atacante, enloquecido por el sexo, estuvo sobre ella, rasgando las ropas de su cuerpo. Annie fue violada repetidamente. De tanto en tanto el intruso se servía del whisky del señor Kempton.
Después de varias horas, el violador se preparó para irse. Annie se sintió comprensiblemente aliviada, pero no por mucho tiempo. En términos claros, su torturador le dijo que tenía que matarla para asegurar su silencio. Annie luchó por su vida, pero su asaltante la golpeó varias veces con un palo de madera dura. Luego se inclinó sobre la forma caída de la muchacha y le abrió la garganta con un cuchillo.
El sol se levantó sobre la granja nevada. Todo era silencio. La vecina de los Kempton, la señora Tilly Comeau, vio a su peón Pete Wheeler, haciendo un camino con la pala desde la casa hasta la calle. Le gritó a Pete que fuera y recogiera la leche de la granja de los Kempton como hacía todas las mañanas. Pete asintió, recogió un balde y desapareció sobre una pequeña elevación en la granja de los Kempton.
En momentos Pete estaba corriendo de vuelta, pasó la casa de los Comeau y siguió a Bear River. Entró a la tienda de ramos generales gritando, "Annie Kempton ha sido asesinada. Llamen al sheriff. Tiene el cuello cortado. Hay sangre por todos lados. Lo vi a través de la ventana".
El dueño de la tienda y Pete notificaron al sheriff y luego volvieron a la granja de los Kempton. A lo largo del camino se les unieron un montón de aldeanos. Las malas noticias viajan rápido. Varios entraron a la casa de los Kempton, vieron el horrible espectáculo de Annie Kempton, la sangre y el cabello en la madera al lado del cuerpo. Había sangre por todos lados.
¡Asesinato en el pacífico Bear River! ¡Imposible pero cierto! Se empezó rápidamente una investigación. Pete Wheeler contó cómo había descubierto el cuerpo. De mala gana añadió que se había encontrado con Ed Miller cerca de la casa de los Kempton justo antes de ver el cuerpo a través de la ventana. Ed, el vago del pueblo, parecía estar borracho.
Ed fue interrogado. Admitió haberse encontrado con Pete, pero juró que no había matado a nadie. La policía local estaba desconcertada. Aunque había caído nieve fresca la noche del asesinato, todas las huellas, con excepción de las huellas de Pete desde la residencia de los Comeau a la granja de los Kempton, hechas cuando encontró el cuerpo, habían sido borradas por los hombres de curiosos que habían pisoteado alrededor del patio de la granja.
Cuarenta y ocho horas después del asesinato, la ley local mandó llamar al bien conocido detective Nick Power de la policía de Halifax. Power interrogó a todo aquel conectado remotamente con el crimen.Durante el curso de su investigación descubrió a un tal Jack Kent, un antiguo pretendiente de Annie. Jack se mostró beligerante con el detective por haber siquiera sospechado que tenía algo que ver con el asesinato, pero admitió que había amenazado a Annie cuando ella lo había rechazado.Jack tenía una coartada inviolable para el tiempo del asesinato. Había estado en su granero atendiendo a una yegua que estaba dando a luz a un potrillo esa noche. Su padre, su hermano y un veterinario habían estado con él. Después que la historia de Jack fue checada con el veterinario, fue absuelto de cualquier conexión con el asesinato.
El detective Parker tenía otra preocupación real. Como todos sabían que Annie nunca le abriría la puerta a un extraño, los habitantes se dieron cuenta que el asesino era uno de ellos. Los nativos se estaban poniendo inquietos. Querían un arresto. Ahora bajo una cierta presión, Power reexaminó la escena del crimen. Dentro de la casa, intentó reconstruir el asesinato de Annie. El lugar había sido limpiado, pero Power no tuvo dificultad en visualizar el moblaje dado vuelta y la lucha entre la aterrorizada muchacha y su atacante. Imaginó al asesino inclinándose sobre su víctima caída y cortando su garganta. Finalmente, Power fue afuera y espió a través de la ventana, justo como Pete Wheeler había espiado siete días atrás.Una luz se prendió en la mente del detective. Supo muy bien quien había tomado la vida de Annie Kempton. Entró a la casa y le dijo a Isaac Kempton que sabía la identidad del asesino de su hija. Mientras los dos hombres hablaban sobre el asunto, Pete Wheeler vino de visita. El también fue informado que Power había resuelto el crimen. Pete estaba emocionado. ¿Era Jack Kent? ¿Ed Miller quizás? "No", le aseguró Power. "Fue usted quien mató a Annie Kempton".Cuando corrió hasta el pueblo, Pete había dicho que al mirar a través de una ventana de abajo había visto a Annie con la garganta cortada. El detective Power había mirado por esa misma ventana y encontró que era imposible haber visto la garganta de Annie desde esa ventana. ¿Cómo pudo Peter Wheeler haber sabido que su garganta había sido cortada a menos que él mismo lo hubiera hecho? El color desapareció de la cara de Pete. No pudo responder. El detective Power lo arrestó en el acto. En un intento por escapar, Pete corrió hacia la puerta, pero un tiro de advertencia del revólver de Power lo detuvo.
Pete fue alojado en la cárcel de Kentville, Nueva Escocia. Fue debidamente juzgado y convicto. Mientras estaba en prisión esperando su ejecución, Pete confesó y escribió todos los detalles de su despreciable crimen. Tan odiado era Pete Wheeler en el distrito que mientras se acercaba la fecha de su ejecución, había un grave temor de que algunos ciudadanos tomaran la ley en sus propias manos. Había un rumor de que 40 hombres estaban planeando hacer un corto viaje a Kentville. Las autoridades decidieron ahorcar a Pete varias horas antes del momento fijado. El 7 de septiembre de 1896, cuando la multitud de Bear River llegó, Pete Wheeler ya había sido ejecutado. |
