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La cita eucarística se realizó ayer ante la ausencia de los políticos. Fotos / Alcides Rodríguez  |
El arzobispo José Dimas Cedeño advirtió ayer la urgente necesidad de rehabilitar la política, que debe convertirse en un apostolado para prestar un servicio a la sociedad y no para servirse de ella, como un botín o medio de enriquecimiento, porque esto no es un negocio.
Dimas Cedeño lanzó esa advertencia durante el encuentro eclesial denominado "Cita con tu iglesia y Santa María la Antigua", celebrado en el gimnasio Roberto Durán, donde fue notoria la ausencia de políticos y altos personeros del gobierno, salvo la ministra de Alba Tejada y el viceministro de Salud, Alexis Pinzón.
En su homilía, Dimas Cedeño sostuvo que es urgente rehabilitar la política "pues es vista bajo sospecha y está un tanto desacreditada por todo lo que ha afectado su imagen y ofuscado sus rasgos éticos".
También expresó que resulta preocupante los señalamientos de corrupción y las denuncias presentadas en los primeros meses de este año, porque "la comunidad sigue esperando que se continúen las investigaciones y se logre el ideal de justicia y transparencia que todos anhelamos".
El jefe de la Iglesia Católica panameña destacó "que la justicia es pieza vital de la sociedad y columna principal de las instituciones democráticas. Cuando ella se resquebraja, todo lo demás peligra.
El prelado dijo que todo las personas que se mueven en el mundo de la política, especialmente lo que ejercen autoridad en cualquier ramo de los tres poderes del Estado, deben guardar el respeto que merece la persona humana y actuar con altura y dignidad dentro del marco de los principios éticos y morales.
" Se debe evitar a toda costa el espectáculo vergonzoso del enfrentamiento y de predominio de intereses personales y particulares. Esto genera un ambiente de angustia y frustración en la sociedad, a la que vez que ofrece un pésimo ejemplo a nuestra juventud", expresó el arzobispo, que era interrumpido en su homilía por los aplausos de los fieles.
En otro aparte de su sermón, Dimas Cedeño manifestó preocupación por las reyertas estudiantiles entre jóvenes que en vez de libros llevan armas en sus maletines.
Ante la situación de estos jóvenes infractores, no basta el endurecimiento de las penas y la represión, sino que es necesario fortalecer la unidad familiar y ejecutar un programa preventivo para alejar a éstos de la cultura de la muerte, añadió.
Además lamentó el panorama un tanto sombrío que hay en el país, a pocos meses de celebrar el centenario de República . Además de la recesión económica a nivel mundial y fruto de las aristas negativas de la globalización, vemos que se abre cada día más la brecha entre ricos y pobres, agregó.
José Dimas Cedeño advirtió que persisten entre nosotros ciertos pecados sociales frente a los cuales es preciso reconocer nuestra responsabilidad común.
"Son pecados que atentan contra la existencia misma de la nación. La violencia intrafamiliar y callejera que socava las corrientes de la sociedad, el tráfico y consumo de drogas, el trasiego de armas, las reyertas estudiantiles, son algunos ejemplos de este pecado social".
En su intervención, Dimas Cedeño recordó la labor de los anteriores arzobispos como Guillermo Roja y Arriet , Juan José Maíztegui, Francisco Beckman, Tomás A. Clavel Méndez y a Marcos Gegorio MacGrath.
De igual forma recordó la muerte de sacerdotes como Héctor Gallego, "cuyo crimen nunca ha sido esclarecido y cuyos restos siguen escondidos"; a Nicolás Van Kleef y a su colaborador Jorge Altafulla, "cruelmente asesinado por haber cumplido su deber". |