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Gerardo, un experto en el tema.  |
Los mentirosos en Panamá están asustados. Ya ese tipo de pruebas se están aplicando en nuestro país para resolver algunos casos. En medio de las denuncias de corrupción que se han dado en la Policía Técnica Judicial (PTJ); ya se ha recurrido a esta práctica.
El fiscal Electoral, Gerardo Solís, es uno de los pocos peritos en Panamá que se han especializado en el estudio del polígrafo o detector de mentiras. Este explica que el aparato no sólo se utiliza para los casos judiciales, sino también de manera privada como acoso sexual, violencia doméstica o si desea saber si su hijo consume droga.
"El polígrafo es un método científico de asistencia al juez o al fiscal para determinar en un proceso si una persona está diciendo la verdad o mentiras.
De acuerdo con Solís, hoy día existen cientos de pruebas de convalidación que ha permitido demostrar que los niveles de precisión de la prueba poligráfica va del 95 al 100 por ciento.
El aparato mide cambios en la respiración, cardíacos y en la electricidad de la piel. De acuerdo a los cambios reflejados en una tabla científica, se logra determinar si una persona dice verdad o mentira.
Sin embargo, ese tipo de pruebas no es obligatoria, sino voluntaria. La Fiscalía Electoral la utiliza y cuando una persona pasa positivamente la prueba, lo eximo de toda responsabilidad inmediatamente, expresó Solís.
"En caso contrario que la persona no pasa la prueba, nosotros no utilizamos eso como plena prueba, sino como un indicio probatorio".
El resultado se registra en un gráfico. Es la proyección de eventos asimilados en la base estructural de contenidos en la memoria y que se manifiestan en variaciones fisiológicas, durante la entrevista previa y cuestionamientos directos.
Los trazos obtenidos por la prueba, infieren la tendencia de una persona para conducirse con veracidad o con la falta de ella. |