EDITORIAL
Centenario
Aunque estamos en el Centenario de la República, todavía es palpable el poco interés de las autoridades y del público en general por celebrar esta festividad.
Sólo hay que recordar cuando Panamá esperaba la reversión del Canal y de las bases que ocupaba el Comando Sur de Estados Unidos. Era notorio el ambiente reinante, los adornos alusivos al acontecimiento y la colocación de banderas gigantes en las fachadas de las entidades del Estado y la realización de actividades que representaban la lucha de los nacionales por lograr la soberanía en la otrora zona ocupada por los norteamericanos
Hoy, a poco menos de dos meses de conmemorarse el magno evento patriótico, hay uno que otro adorno o bandera colocada en edificios privados, como bancos en calle 50 o meros murales alusivos a la fiesta de la Independencia en colegios públicos.
Todo indica que el grueso de la celebración se ha dejado sólo para los primeros días de noviembre, cuando lo correcto era realizar una serie de actividades para que la nueva generación conozca los aportes de aquellos hombres que contribuyeron a la gesta separatista de Panamá de Colombia.
Claro que el Centenario debe involucrar una fiesta popular, pero también hay que tomar en cuenta el aspecto cultural y educativo, tomando en consideración que éste llegue al pueblo, que muchas veces no tiene la oportunidad de asistir a los grandes espectáculos conmemorativos.
Además se desconoce si habrá alguna publicación oficial que recopile los 100 años de nuestra vida republicana y que ese material pueda llegar a todo panameño, y no sólo a sectores exclusivos. Honremos a la Patria. Desde ahora, cada panameño debe poner su grano de arena para adornar las casas con la enseña tricolor y promover la lectura de libros de historia que nos hablen sobre la formación y consolidación del Istmo, como país independiente.
PUNTO CRITICO |
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