Los costarricenses residentes en el sector de Paso Canoa, en el lado tico, decidieron cerrar la frontera entre Panamá y Costa Rica como un llamado de atención al Gobierno de su país.
El malestar de estos pobladores, que suman cerca de 50 mil personas que viven a lo largo del cordón fronterizo, obedece a que no tienen derecho a sus tierras porque son del Estado y no tienen títulos de propiedad.
La frontera estuvo cerrada al tránsito internacional desde las 7: 00 a.m. de ayer y una larga fila de vehículos articulados se apostó a lo largo de la vía Interamericana.
Unos 9 camiones cargados de corozo estuvieron esperando hasta las 4: 00 p.m. de ayer para comenzar a pasar con este producto que tenía que llegar desde tempranas horas de la mañana al vecino país.
Los manifestantes colocaron un vehículo articulado para impedir el paso de los panameños al territorio costarricense, mientras que los turistas tuvieron que entrar caminando para llegar a Panamá porque ningún vehículo cruzó ayer la frontera.