A Rafael Ortega, de 33 años, no hay cosa que le encante más que un buen plato de bacala'o con papas.
La noche del domingo, a Ortega le entró ese antojo, pero había un problema: no tenía dinero para darse ese gusto.
Pero la falta de plata no iba a ser un obstáculo para que pudiera degustar de ese manjar, por lo que se dirigió a un supermercado en Los Andes No. 2, en el distrito de San Miguelito, para conseguir el producto.
El hombre esperó que el dependiente se distrajera y tomó la bandeja con bacala'o y se dirigió hacia una de las salidas, pero no contaba con que en el lugar hay empleados muy atentos que se dieron cuenta del hecho.
Ahora al sujeto no le quedará más remedio que esperar que en la cárcel le sirvan su platillo predilecto.