Un millón y medio de georgianos formaron ayer una cadena humana para protestar contra la "agresión" de Rusia y el reconocimiento por Moscú de la independencia de las regiones separatistas de Osetia del Sur y Abjasia.
El acto "Stop Russia" se celebró en la capital de Georgia, Tiflis, y en las principales ciudades de este país, que apenas supera los cuatro millones de habitantes.
En Tiflis, dos mujeres quemaron sus pasaportes rusos cerca de la embajada de ese país, acción que desató el júbilo entre los manifestantes, según pudo comprobar Efe.
Mientras, el presidente georgiano, Mijaíl Saakashvili, decretó durante un mitin en Tiflis el 1 de septiembre como el Día de la Unidad de Georgia.
"El pueblo de Georgia continúa su lucha por la unión pacífica del país, la lucha contra los intentos de Rusia de desintegrar el país. En esta lucha, Georgia cuenta con el apoyo de toda la comunidad internacional", proclamó.
El líder georgiano describió la lucha de Georgia contra Rusia como la "del bien contra el mal, la de David contra Goliat". "No somos enemigos del pueblo ruso, pero somos enemigos de quienes nos intentan subyugar.