La política de Estados Unidos hacia América Latina, de llegar a la presidencia el demócrata Barak Obama, preocupa a los embajadores de la región, ante posibles restricciones y renegociaciones en los Tratados de Libre Comercio.
Unos once embajadores participaron ayer en el Foro Empresarial de América Latina, organizado por el Concilio Económico Inter-Americano, el único acto oficial de la Convención Demócrata dedicado al análisis de las relaciones entre Estados Unidos y los países latinoamericanos, en donde expresaron sus preocupaciones.
El embajador panameño, Federico Humbert Arias, afirmó que un elemento ausente de las propuestas de reforma migratoria tanto republicanas como demócratas es el hecho de que cada año cerca de 40,000 estadounidenses llegan a Panamá para quedarse a vivir allí.
Para nosotros la inmigración ocurre en la dirección inversa. Por eso necesitamos un diálogo directo sobre el tema, puntualizó.
Dos de los asesores del candidato demócrata en temas latinoamericanos, Daniel Restrepo y Frank Sánchez, estuvieron presentes durante el foro e intercambiaron opiniones con los embajadores.
"Estados Unidos no es el salvador de América Latina, sino un socio de la región. Las respuestas a los problemas de América Latina no surgen desde Washington para ser impuestas a los latinoamericanos", declaró Sánchez.
Pero, dijo, en una eventual administración de Obama, solo se aceptarán aquellos tratados de libre comercio "que beneficien a todos, incluidos a los obreros y a los consumidores y no solamente a las grandes compañías".