El problema del SIDA está ganando dimensiones gigantescas y pocos le ponen cuidado real. Las autoridades no han asumido el papel agresivo que se debe, ejecutando campañas teóricas y sin mayor sentido, y sabrá Dios si tienen información real de la situación real en el país.
Por otro lado, la población misma vive de espaldas a la realidad. El comportamiento del común de los panameños es literalmente suicida. Mantienen relaciones sexuales a destajo, sin cuidado, sin averiguar la historia sexual de la pareja ocasional que se encuentran, y sin cuidarse.
Así vemos que hombres y mujeres (porque son todos, sin excepciones) se lanzan a la cama ajena, tienen dos, tres o cuatro parejas en un mes (la mayoría de los casos heterosexuales) sin percatarse que están jugando a la ruleta rusa.
Si todos tienen el mismo comportamiento sexual a la vez, al final tener sexo es un verdadero riesgo, porque no sabemos en qué momento nos encontraremos con alguien que en algún momento del año se ha topado con un enfermo con SIDA. |