La señora Jilma Castillo pasó el peor susto de su vida cuando a eso de las 7: 10 de la mañana de ayer, viernes, se despertó por un fuerte olor a quemado. ¡Su casa se estaba quemando!
Rápidamente llamó a los vecinos para que le ayudaran a sofocar el fuego que consumía la casa No. 3113 en Nuevo Chorrillo, Calle B.
La señora perdió los colchones, equipo de oficina, muebles, cielo raso y hasta un auto en el estacionamiento sufrió quemaduras.
En ese incendio no hubo víctimas fatales que lamentar.
Al lugar llegaron los bomberos de Arraiján, quienes informaron que lo que ocasionó el incendio fue una extensión defectuosa donde estaba conectada una lámpara de mesa en los cuartos donde comenzó el fuego.