Alrededor de 500 operaciones sospechosas se han reportado en el país en lo que va del año, indicó el director de la Unidad de Análisis Financiero (UAF) de Panamá, Amado Barahona, quien advirtió que el año pasado fueron reportados unos 800 casos, de los cuales 600 se terminaron. Referente a las investigaciones que se realizan en esta unidad, dijo que la ley le prohíbe especificarlas, pero mencionó que una nueva modalidad empleada para el lavado de dinero consiste en utilizar tarjetas de débito y crédito para pagar cuentas por cobrar mediante el retiro de efectivo de los cajeros automáticos, y en este caso manifestó que adelantan una investigación a panameños y extranjeros que lograron retirar $1.6 millones, que fueron depositados en otro país y desembolsados en Panamá.
Agregó que también se utilizan los correos masivos mediante internet, y como ejemplo citó que una persona ofrece mandar $6 millones si el destinatario manda una cuenta o el número de su tarjeta de crédito, estafa en la que han caído hasta educadores. En cuanto al "pitufeo", manejo de cuentas pequeñas, resaltó que como se manejan niveles muy bajos de dinero y, por lo general, son personas de estratos sociales bajos, se dificulta mucho definir si es o no un caso de lavado de dinero. Dentro de los cambios en la UAF, puntualizó que ahora se grafican los informes y adicional aumentaron su base de datos con instituciones, como la Asociación Panameña de Crédito (APC), que apoyan y complementan las investigaciones para luego reenviarlas al Ministerio Público.