Los años habían caído también en él. Su cabeza se notaba con algunas canas. Ya no camina tan ágil como antes.
¿Cuántos años habían pasado?
Calculo que por lo menos treinta años. Lo recuerdo joven, mostrando su mano defectuosa, cubierta por un pañuelo.
En la otra mano (la sana), llevada una nota de un alcalde. Allí se señalaba que el sujeto necesitaba una operación para mejorar su mano dañada.
Con los años, la nota se puso amarilla. El sujeto caminaba por todas partes pidiendo dinero para una operación...¡que nunca realizó!
No pude resistir la tentación y le dije: "¿Todavía no te operas la mano?".
El sujeto bellaco no contestó y se fue lo más rápido posible.
Como él, hay unos cuantos avivatos por allí que durante años se aprovecharon de la buena fe de ciertos panameños. Les quitaron plata para operaciones que nunca se hicieron.
Sencillamente fue una manera de ganar dinero, aprovechándose de la lástima que inspiraban en la gente de buen corazón.
Ahora la tecnología ha avanzado. Ya existen las fotos a colores de niños que supuestamente necesitan costosas operaciones.
Realmente no hay control de las autoridades sobre estos casos, lo que se presta para el engaño y la bellaquería.
Debo advertir que no me opongo a la ayuda del pueblo para operaciones de niños con problemas. Pero hay que supervisar muy bien cuánto dinero entra y qué se hace con esa plata.
Pienso que algún Ministerio debe encargarse de estas actividades, al menos supervisándolas para que las personas no sean estafadas.
Es frecuente ver en los semáforos de la "Tumba Muerto" a individuos con unos chalecos de colores pedir dinero para operaciones.
Lo peor es que otros sujetos tienen la costumbre de pasear con sol y agua, en sillas de ruedas, a unos discapacitados para conseguir dinero.
¿Alguien supervisa que esa plata llegue al discapacitado?
En Panamá hay mucha gente de gran corazón y muy ingenuas. Existen unos cuantos bellacos que inventan cualquier cuento con tal de "resolver" su día... ¡con plata sin trabajar!.
Y no crean del todo eso del envío de la plata a cuentas de Bancos. Hasta allí todo está bien, pero insisto ¿cómo se usará luego ese dinero?
Por si las moscas yo tengo una estrategia sencilla: ¡no le doy plata a nadie!
