El presidente de Brasil, Luiz Inacio Lula da Silva, en campaña para ser reelecto el 1 de octubre, parafraseó al dirigente cubano Fidel Castro y afirmó que el pueblo lo absolverá, después de un primer mandato marcado por denuncias de corrupción y críticas contra su política económica ortodoxa.
Lula rechazó por otro lado comparaciones con el presidente venezolano Hugo Chávez, durante una reunión el lunes por la noche en Rio de Janeiro, en casa del cantautor y ministro de Cultura Gilberto Gil, en la que recibió el apoyo de decenas de artistas.
"Fidel Castro escribió que la 'Historia lo absolverá'. Yo no voy a necesitar esperar por la Historia. El pueblo me absolverá ahora¨, dijo Lula en un discurso efectuado en la sala de visitas de la residencia de Gil, según la crónica del evento hecha por el matutino O Globo.
"La Historia me absolverá" es el título del libro que reproduce la defensa de Castro ante el tribunal que lo juzgó por el asalto al cuartel Moncada en 1953, en su primera tentativa de derrocar al gobierno de Fulgencio Batista.
Lula negó además que su actuación política estuviese inspirada en la de Chávez, como lo afirma la oposición.
¨No voy a hacer ningún chavismo. Primero, no soy Chávez. Segundo, este país no es Venezuela. Este país es un país que tiene una tradición en sus instituciones", afirmó.
La oposición acusó a Lula de tener tendencias "populistas", desde que atribuyó a conspiraciones de las "élites" las acusaciones de corrupción que el año pasado forzaron la renuncia de sus principales ministros y de los máximos dirigentes del oficialista Partido de los Trabajadores (PT, izquierda).
¨El PT se equivocó. En realidad los compañeros del PT cometieron errores, pero no puedo generalizar. No es el PT entero el que se equivocó", dijo Lula. que evitó hasta el momento asumir cualquier responsabilidad por la crisis política provocada por denuncias de compra de votos en el Congreso.
Lula también se defendió de críticas de haber aplicado una política económica distinta de la que prometía cuando estaba en la oposición.
"Cuando asumí el gobierno, Brasil parecía una casa semiabandonada. Sé que la gente estaba ansiosa por cambios rápidos, pero no fue fácil arreglar una casa donde el riesgo país batía récords, la inflación crecía y el presupuesto estaba limitado por deudas", afirmó el jefe de Estado, según un relato de la velada hecha en el sitio internet de su campaña.
Lula, favorito absoluto en los sondeos, reclamó de la prensa de su país y aseguró que si él tuviera 10% de la condescendencia que los periodistas tuvieron con sus antecesores en el cargo, hoy tendría 70% de las preferencias en las encuestas, según señala el informe de O Globo.