Un rebrote de violencia en el fútbol argentino estalló con amenazas de muerte contra el presidente del popular club River Plate, José María Aguilar, entre otros incidentes, a poco de iniciarse el torneo Apertura-2006.
Las intimidaciones fueron recibidas por Aguilar mediante una carta en su casa y a través de llamadas a su teléfono móvil, luego de la derrota en el clásico ante Racing (3-1) el domingo pasado.
"Va a llegar un momento en que te va a dar miedo salir a la cancha", declaró este martes el arquero riverplatense Juan Pablo Carrizo.
Las llamadas se produjeron luego de que un grupo de 50 personas ingresó el domingo en la playa de estacionamiento del estadio Monumental para destrozar vidrios y pinchar las gomas de los vehículos de una quincena de futbolistas, dirigentes y del entrenador, Daniel Passarella.
"Lo que vamos a hacer es tratar de ordenar las cosas de manera tal que el plantel pueda seguir actuando libremente. Es cierto que hace muchos años que los jugadores de River no sufren una agresión como la del domingo", advirtió este martes Aguilar.
Los jugadores del plantel practicaban este martes en un predio que tiene River en la localidad bonaerense de Ezeiza (30 km al sur).
Aguilar dijo a la prensa en las puertas de su casa que estos ataques "no son del folclore del fútbol, son hechos delictivos".
"Las amenazas son siempre las mismas y se convierten en una compañía habitual. Las llamadas telefónicas son un clásico, y también he recibido por mail", dijo el dirigente aunque no supo precisar su origen.
Los agresores se llevaron también el domingo ocho camisetas usadas por los jugadores en la derrota del domingo en el estadio Coliseo de la ciudad de Avellaneda (sur), por la tercera fecha del torneo Apertura-2006.
El equipo que dirige el 'Kaiser' Passarella no pasa un buen momento deportivo al sumar apenas cuatro puntos en tres fechas, con un triunfo (2-0 frente a Lanús) y un empate (3-3 con Newell's Old Boys), en las dos primeras jornadas.
"Si esto es lo que sucede en la tercera fecha, no me imagino lo que puede pasar en la décima si no cambian las cosas. Tendremos que empezar a entrenarnos con un chaleco antibalas", lamentó el defensor Cristian Nasuti, en declaraciones a radio Rivadavia.
Si bien hasta el momento no fueron identificados los autores de la agresión, se conjeturó la posibilidad de que sean "Los Borrachos del Tablón", como se denomina a la 'barrabrava' (hinchas violentos) de River.
Los 'hooligans' locales estaban disgustados por los magros resultados del equipo.
Otra posibilidad es que se haya tratado de un grupo minoritario de violentos que le disputa privilegios a la hinchada 'oficial'.
Según Aguilar, el club 'millonario' está "sujeto a mucha tensión" ya que "hace tres meses que está en los medios por cuestiones futbolísticas, económicas y sociales".
No obstante, el directivo aseguró que "financieramente, River está bien".
La entidad riverplatense atraviesa una severa crisis económica, con un pasivo calculado en unos 25 millones de dólares, y una pérdida mensual de un millón de dólares, que lo obliga a vender jugadores para tratar de equilibrar las cuentas, de acuerdo a la prensa.
Los hechos de violencia en el fútbol de Argentina sufren cada tanto rebrotes espasmódicos y se calcula que han muerto entre 181 y 241 personas desde 1939, según distintas fuentes e historiadores.