El candidato demócrata a la Casa Blanca, John Kerry, prometió impulsar el crecimiento del empleo en Estados Unidos y adoptar una posición más firme ante China.
"Sabemos cómo poner a la gente a trabajar", declaró, criticando al presidente George W. Bush por la pérdida de unos 160,000 puestos en la industria manufacturera de Carolina del Norte, donde ganaron los republicanos en la elección de 2000.