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Estuvo preso siete años y le faltaban 22 días para recobrar su liberta, pero murió el martes en la tarde.
Julián Quintero, sindicado por el delito de droga, es el hombre que no alcanzó a ver la luz de la libertad esperada.
De acuerdo a las investigaciones, el hoy occiso ingresó el pasado jueves al hospital Regional Rafael Hernández de David con múltiples golpes en su parte craneal, que se presumen fueron dados con una varilla de metal.
Edwin Alvarez, fiscal Primero Superior, explicó que a la fecha no se ha logrado identificar al responsable de los hechos que cobraron la vida del detenido, pues se hace difícil toda vez que esto sucedió dentro de las instalaciones de la cárcel, en donde es común que impere el llamado "código del silencio".
Indicó que la provincia registra un problema en este sentido cuando el área en donde convergen más de 500 detenidos se encuentra congestionada debido la elevada población penitenciaria actual, lo que en parte, según dijo, genera los problemas de violencia continuos.
Hace dos meses fue presa de la violencia carcelaria otro reo, quien murió instantáneamente por heridas hechas con arma blanca.
Quintero ingresó al penal el 12 de septiembre de 1996 y fue condenado a una pena de 84 meses por el delito de droga y su condena terminaba el próximo 12 de septiembre 2003.
Cabe resaltar que en los últimos días, las cárceles han ocupado la atención de la ciudadanía toda vez que se han convertido en escenarios de violencia generando desde fugas hasta muertes entre sus muros.
El tema de las cárceles del país son un renglón que debería acaparar la atención integral de un engranaje que cuente no sólo con el apoyo de especialistas como aparentemente lo tiene, sino también con el económico. |
