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  OPINIÓN

COMENTARIO
Diplomado sobre Bioética

Por: Miguel Cedeño | Colaborador

Continuando con la misma línea de mi trabajo anterior, en esta nueva reflexión me voy a referir al tema de los discapacitados, y dentro del mismo a un grupo que cada vez más siento es soslayado dentro del concepto de lo que es un discapacitado desde el punto de vista social y de salud. Me voy a referir a los Discapacitados Mentales y a la forma en que son percibidos socialmente.

Al igual que señalaba en mi reflexión sobre las investigaciones, siento que cuando se habla de discapacitados casi tácitamente se hace referencia a los impedidos de índole física, soslayando de este modo a los impedidos mentales. Y es que desde el punto de vista social, aunque hablamos de discapacitados o impedidos, ambos grupos presentan diferencias ante el imaginario social. Entre estas podemos destacar.

El discapacitado físico ofrece una apariencia más clara, y yo diría, que hasta dramática ante los ojos de los espectadores que el paciente mental en algunos casos.

El impedido físico no es percibido como un peligro para sus semejantes, contrario al enfermo mental que genera en muchos casos temor hacia los que lo rodean.

Basado en los dos puntos anteriores, el impedido físico muchas veces es visto con compasión, en tanto que el impedido mental es rechazado con frecuencia. Un ejemplo de esto se puede observar en el hecho de que nunca se han construido instituciones públicas para confinar a los impedidos físicos (salvo algunos casos de ancianidad).

Todo lo anterior, siento que ha llevado a que el apoyo social se vuelque más hacia los discapacitados físicos que a los discapacitados mentales. Sin embargo, cuando revisamos las estadísticas de la Organización Mundial de la Salud (OMS), podemos ver el incremento que tienen los trastornos mentales en la población del planeta a todas las edades. Considero que en el tema de la discapacidad la sensibilidad y el apoyo social no deben ser excluyentes, sino por el contrario, debe volcarse también hacia los impedidos psíquicos (criterio de inclusión), y por qué no, también hacia muchos discapacitados que tenemos en nuestro medio como son los pobres y los analfabetos.



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