Lo tratado por el cónsul de Colombia, Juan Fernando Jaramillo, sobre el tema migratorio bilateral y los detenidos extranjeros en huelga de hambre es uno de los puntos sensitivos de las relaciones entre su país y Panamá.
A principios de agosto, la embajadora de Colombia en Panamá, Gina Benedetti, comunicó al ministro de Gobierno y Justicia, Arnulfo Escalona, que su país no puede acceder a la repatriación exigida por los presos en huelga de hambre desde hace doce días, debido al hacinamiento en las cárceles.
La embajadora pidió a sus compatriotas que cumplen condenas en Panamá, en su mayoría por tráfico de drogas, que suspendan la huelga de hambre.
Panamá y Colombia mantienen, desde la década pasada, un tratado bilateral sobre traslado, a sus países de origen, de personas condenadas que hayan cumplido dos terceras partes de sus condenas.
HACINAMIENTO
Panamá sufre un "grave hacinamiento carcelario", con una población penal de más de 11,300 reclusos, de los cuales 915 son extranjeros y de ellos 546 colombianos.
El ministerio de Gobierno y Justicia de Panamá indicó que 47 presos están en huelga de hambre, de los cuales 44 son colombianos, uno holandés, otro venezolano y uno alemán, solidarios con los colombianos.
Panamá ha tramitado ante Colombia la repatriación de 163 presos colombianos que cumplen con los requisitos exigidos en el tratado bilateral sobre el traslado de personas condenadas.