Así como la apariencia física (vestirse bien, peinados adecuados, una sonrisa adecuada y oportuna) los olores ¡o malos olores, mejor dicho! pueden abrir o cerrar las puertas a una persona.
Por ello se debe cuidar la apariencia, desde la ropa, hasta como huele uno. No quiere decir esto que importa más como se ve cada cual, por encima de los valores y principios que rijan su vida. Lo que se quiere subrayar es la importancia de la buena imagen, como llave para encontrar un trabajo, ser aceptado en una sociedad cada vez más exigente y, lo más importante, para demostrar el aprecio que sentimos por quienes nos rodean.
Cuidando de nosotros, demostramos que les queremos y que son importantes para nosotros; por eso hacemos lo mejor para presentarnos adecuadamente.
Esto alcanza el tema del aliento. Si se sufre de halitosis (mal aliento) es obligante visitar al médico, no sea que la causa sea un padecimiento gástrico. De paso, solucionamos lo que se puede constituir en un escollo para la realización personal. |