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Una reciente encuesta a nivel nacional, reveló que un 65 % de los dominicanos abandonaría si pudiera en este momento el país.  |
El presidente dominicano, Hipólito Mejía, celebró ayer el primer aniversario de su llegada al poder fuera del país, pues participa en la XV Cumbre del Grupo de Río, en Santiago de Chile, primera etapa de una gira de ocho días que le llevará también a Uruguay y Argentina.
A su llegada a la capital chilena, Mejía adelantó a la prensa dominicana que le acompaña que hará importantes cambios en el gabinete ministerial a su vuelta a Santo Domingo, sin especificar más detalles.
En su primer año de gobierno, el mandatario caribeño ha impuesto un estilo populista, caracterizado por su contacto permanente con la población e improvisadas ruedas de prensa, en las que ha tratado los temas de actualidad más candentes con los periodistas, a los que en más de una ocasión respondió con salidas de tono cuando la pregunta no le gustó.
Mejía, que censuró a su antecesor, Leonel Fernández, por haber viajado en exceso durante su mandato, ha batido el récord de desplazamientos al exterior - dieciocho en solo un año- con respecto a los anteriores presidentes.
A pesar de todo, el afán viajero de Mejía ya no es criticado porque ha traído algunos frutos, entre ellos un relanzamiento de relaciones con la vecina Haití, cuya frontera de 338 kilómetros es una fuente de conflicto permanente.
Durante estos doce meses, el presidente dominicano ha echado la culpa, de forma reiterada, al gobierno anterior de dejar vacías las arcas del Estado, tras el supuesto desvío corrupto de fondos para fines particulares, y de precipitar a la nación hacia el abismo de una grave crisis económica.
A pesar de que Mejía ha insistido en que no consentirá que ninguno de sus funcionarios malverse caudales públicos, el semanario "Rumbo" publica hoy que el 75 por ciento de la población percibe corrupción en el gobierno.
Para mitigar la crisis, Mejía puso en marcha a principios de año un plan de ajuste económico, denominado popularmente "paquetazo", del cual aseguró que iría compensado con bonificaciones, todavía sin implementar, con el fin de favorecer a las capas sociales más sumidas en la pobreza, que afecta a más del 60 por ciento de la población. A pesar de que el "paquetazo" ha tratado de sentar las bases de una disciplina fiscal, los efectos beneficiosos apenas se han notado en la economía de la población, entre la cual ha cundido el desaliento.
El enfriamiento de la economía mundial y el aumento del precio del petróleo han coincidido en estos doce meses en República Dominicana con el descenso del turismo, crisis de la industria agropecuaria, la ralentización del sector servicios y el descensos pedidos a las industrias de las zonas francas, según los últimos informes de las instituciones financieras internacionales. |