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Las protestas no se hicieron esperar y los antiglobalización presentaron su punto de vista. Foto REUTERS  |
Un ex militar que intentó un golpe antes de llegar al poder por la vía electoral, un líder socialista que navega en el mar de la economía liberal y un exitoso empresario figuran entre los líderes latinoamericanos que hoy viernes inician la XV Cumbre del Grupo de Río.
El presidente venezolano Hugo Chávez es el único representante de los 19 países del bloque que se define como "un revolucionario" y piensa que el sueño de Simón Bolívar, que quiso una América unida, "más que un sueño es una necesidad".
De 47 años, Chávez era un joven teniente coronel cuando intentó tomar el poder en febrero de 1992 y fue dado de baja. Pero siete años después, el voto popular lo llevó a la presidencia, desde donde reformó la Constitución, se acercó a la República Popular China y estrechó lazos con Cuba, de cuyo presidente, Fidel Castro, fue anfitrión en Caracas, hace dos semanas.
En Chile, el anfitrión de la Cumbre será el presidente Ricardo Lagos, un socialista renovado que participó en la "revolución dentro de la institucionalidad" de Salvador Allende, muerto durante el golpe militar que encabezó el general Augusto Pinochet el 11 de septiembre de 1973.
Bajo la dictadura de Pinochet Lagos conoció la cárcel y el exilio, pero se convirtió en uno de los líderes de la Concertación Democrática, la coalición que gobierna Chile desde marzo de 1990.De 63 años, economista, abogado y profesor universitario, llegó a la presidencia el 11 de marzo de 2000 para continuar con una política de libre empresa y las inversiones privadas.
El presidente mexicano Vicente Fox, en cambio, procede del mundo de los negocios y una derecha moderada, que en las elecciones de julio de 2000 terminó con las siete décadas de gobiernos del PRI (Partido Revolucionario Insititucional).Antes de entrar a la política, como líder del Partido de Acción Nacional (PAN), organizó varias empresas que abarcaron desde la agricultura hasta la producción de calzado.
Fox, de 59 años, fue el primero en llegar a Santiago, la noche del miércoles, para volver a reunirse con su amigo Ricardo Lagos, con quien ya mantuvo conversaciones en sus anteriores visitas, a mediados de 1999 y en agosto de 2000.
Para el presidente brasileño Fernando Henrique Cardoso, llegar a Santiago es volver a su casa, donde impartió clases de sociología en la Universidad de Chile durante sus años de exilio, en la década de los años 60. Académico e intelectual socialdemócrata, de 70 años, Cardoso cumple su segundo periodo presidencial, amenazado por la crisis económica pero con el respaldo del Fondo Monetario Internacional (FMI), traducido en un crédito de 15.000 millones de dólares que entrará en vigor el próximo mes.
El mandatario argentino Fernando de la Rúa, envuelto en un clima de intranquilidad social por su política de ajuste para estabilizar la economía, también se identifica con la socialdemocracia y espera recibir el respaldo del Grupo de Río, para obtener el apoyo del FMI.
Alejandro Toledo, primer líder de ascendencia indígena que llega a la presidencia de Perú, inició el pasado 21 de julio la transición de su país a la democracia, después de los 10 años del régimen de Alberto Fujimori, refugiado desde hace nueve meses en Japón.
De 55 años y representante de una corriente de centro-izquierda, Toledo intervendrá por primera vez en una Cumbre durante su segunda visita a Chile desde junio de 2000, cuando pronosticó en Santiago que ganaría la presidencia y exigió la renuncia de Fujimori.
Pero el más joven debutante en el Grupo de Rio será el presidente boliviano Jorge Quiroga, de 41 años, quien asumió el Gobierno el pasado 7 de agosto tras la renuncia del general retirado Hugo Banzer, aquejado de un cáncer pulmonar.
El presidente uruguayo Jorge Batlle, de 73 años, llega a la Cumbre de Santiago con una definición de "liberal a secas", líder del Partido Colorado y heredero de otros tres gobernantes que dejaron ese apellido en la historia del país. Tras asumir la presidencia en marzo de 2000, creó la Comisión para la Paz y emprendió las primeras investigaciones para determinar la suerte que corrieron los desaparecidos bajo la dictadura militar (1973-1985). |