Analistas mexicanos consideran que, de mantenerse el estancamiento en el crecimiento de la economía en México a consecuencia de la desaceleración estadounidense, existe el riesgo de que el país entre en un período recesivo. El Gobierno anunció ayer que durante el segundo trimestre del año el Producto Interior Bruto (PIB) de México se mantuvo sin variación y que, entre enero y junio, la economía mexicana sólo creció el 0,9 por ciento en comparación con el mismo período del 2000.
El vicepresidente del Colegio Nacional de Economistas, Miguel González, señaló que "México no está en crisis, sino en un proceso de desaceleración que puede convertirse en recesión" con consecuencias sociales. "En estos momentos, México ya se encuentra en un proceso de recesión económica en algunos sectores productivos, la cual podría superarse a finales del cuarto trimestre de este año", siempre y cuando suceda lo mismo en Estados Unidos, señaló el experto.
González declaró que para evitar una crisis económica y social, el gobierno federal debe continuar con su esfuerzo en la disminución del gasto corriente, pero no de la inversión, pues ésta podría generar empleos temporales. Destacó que la parte positiva es que la desaceleración no ha desembocado en una crisis: "se está creciéndose menos, pero sin ningún descontrol en las variables económicas".
El analista de Bursamétrica Pablo Alvarez comentó que los resultados del segundo trimestre son inferiores a los previstos y hacen imposible alcanzar las metas de crecimiento oficiales. "No es un dato extraño, pero resulta preocupante porque marca una tendencia a la recesión fuerte de la economía", señaló Alvarez, quien recordó que el pronóstico de crecimiento de Bursamétrica para el 2001 es del 0,8 por ciento y que esta proyección se revisará nuevamente a la baja.
Comentó que el sector que causó "conmoción" entre abril y junio fue el de servicios, que creció sólo el 1,4 por ciento, frente al 2,9 esperado. "La fuerte desaceleración en el sector servicios causa una enorme preocupación porque, hasta ahora, era el que mantenía a la economía creciendo", dijo el experto, quien rechazó la versión oficial de que los efectos de la desaceleración "ya tocaron fondo".
Según Bursamétrica, el PIB caerá el 0,2 por ciento en el tercer trimestre del año y apenas crecerá el 1,1 por ciento en el cuarto. Alvarez comentó que para reactivar la actividad económica el Banco de México debería relajar un poco su restrictiva política monetaria y el Gobierno tendría que suspender sus planes de recorte de gasto público en lo que resta de año.
Hasta el momento, el Ejecutivo ya ha hecho dos recortes al gasto público para alcanzar la meta prevista de un déficit del 0,6 por ciento para 2001. El analista del Grupo Financiero BBVA - Bancomer Nathaniel Karp aseguró que la economía "se encuentra en recesión desde el primer trimestre del año", aunque el Gobierno no se atreve a reconocerlo públicamente, "porque es una palabra que causa un fuerte impacto".
Karp recordó que en Estados Unidos se considera que la economía atraviesa por una recesión cuando registra dos caídas consecutivas a términos trimestrales, mientras que para el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM) se habla de recesión cuando existen dos puntos de diferencia entre los resultados anuales. |