De la Rúa preocupado por problemas internos en su coalición

Agencias
Internacionales
El presidente Fernando de la Rúa, preocupado por un clima de crecientes desinteligencias dentro de la coalición gobernante Alianza, se entrevistó ayer con Raúl Alfonsín, titular de su partido radical y crítico de algunos aspectos del gobierno. No hubo información oficial sobre lo considerado en el encuentro, que se efectuó en el domicilio privado del ex presidente argentino, antes de la llegada de De la Rúa a su despacho de la Casa de Gobierno. El Presidente, según fuentes gubernamentales, habría abordado con Alfonsín, su antiguo rival dentro de la Unión Cívica Radical (UCR), la difícil situación económico-social que enfrenta el gobierno, origen de buena parte de los conflictos internos. También hablaron sobre el enrarecido clima creado recientemente entre De la Rúa y el vicepresidente Carlos Alvarez, líder del centroizquierdista Frente del País Solidario (Frepaso), el otro integrante de la Alianza. Alvarez, con considerable apoyo de Alfonsín, encabeza dentro del gobierno al sector que reclama urgentes "políticas activas" para enfrentar la prolongada recesión económica, que ha provocado los más altos niveles históricos de desempleo y preocupantes índices de pobreza y marginación social. Otro sector del gobierno, cuya cabeza parece ser el jefe del servicio de inteligencia, Fernando de Santibañes, recomienda en cambio recetas conservadoras y mayores medidas de austeridad, para generar confianza en los inversores extranjeros y estima que la reactivación económica deberá generarse en el sector privado. Alvarez provocó una tensa situación la semana pasada, cuando denunció ante De la Rúa una supuesta campaña de desprestigio contra su persona que habría emprendido Santibañes, basándose en presuntas dificultades matrimoniales del vicepresidente. Otro tema conflictivo surgió a partir de denuncias del diario La Nación de que algunos senadores de la oposición peronista, con mayoría en el Senado, podrían haber recibido "gratificaciones" para votar favorablemente el proyecto gubernamental de reformas a la legislación laboral, aprobado hace dos meses. Alvarez dijo recientemente que si se confirman las versiones de que hubo sobornos a senadores opositores, ello indicaría "una crisis terminal" del sistema democrático. Alfonsín, por su parte, dijo el lunes que está decidido a retirarse de la vida política, en caso de aprobarse la veracidad de las denuncias. De la Rúa se ha empeñado en resaltar públicamente que la Alianza se mantiene sólidamente unida. Pero el pasado viernes no ocultó su contrariedad cuando Alfonsín recibió a dirigentes socialistas integrantes del Frepaso, que le plantearon duras críticas contra los programas económicos del gobierno. Según los dirigentes socialistas, Alfonsín se mostró de acuerdo con casi todas las críticas y respaldo el reclamo de un cambio de orientación "progresista" en temas económicos y sociales.
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