Domingo 9 de agosto de 1998

 








 

 


Pobreza y discriminación social enfrentan los indígenas panameños

Linda Quintero V.Juan Madrid y Leonardo Machuca
EPASA

E
l 23 de diciembre de 1994, la Asamblea General decidió que durante el Decenio Internacional de las Poblaciones Indígenas del Mundo se celebrara el Día Internacional de las Poblaciones Indígenas el 9 de agosto de cada año (resolución 49/214). La fecha es el aniversario del primer día de la reunión que celebró en 1992 el Grupo de Trabajo sobre Poblaciones Indígenas de la Subcomisión de la Prevención de Discriminaciones y Protección a las Minorías.

En nuestro país, existen cinco etnias indígenas, los Guaymíes (Ngobe Buglés), Teribes, Bokotas, Kunas y Chocoes (Emberá-Wounanan), los cuales enfrentan cierto rechazo y una discriminación muy marcada de los demás integrantes de la sociedad panameña.

Según el Censo de 1990 realizado en la República de Panamá, en todo el país existían en ese mismo año, unos 194 mil 269 indígenas de todos estos grupos. De éstos 123 mil 626 eran guaymíes, grupo que hace la mayoría de la población indígena panameña.

Es innnegable que la población indígena enfrenta los niveles de pobreza más elevados del país, reconocido por el grado de desnutrición más alto también del país, el consumo de bebidas fermentadas y el analfabetismo, males que aquejan a estas etnias.

Otro de los problemas que confrontan, a parte de los mencionados, es la falta de empleo, ya que ellos en su mayoría no logran obtener un título de enseñanza para enfrentar las dificultades laborales, recibiendo así el salario mínimo y en la mayoría de las veces son explotados por terratenientes en sus fincas.


Comunidad Ngobe Buglé, el grupo más numeroso del Istmo

El grupo indígena panameño más numeroso, es el grupo Ngobe Buglé, y aunque se encuentran ocupando Bocas del Toro, Veraguas y Chiriquí, es en ésta última provincia donde se aglutina la mayor parte de su población. No obstante, en los tiempos precolombinos, vivieron en provincias como Coclé y Los Santos.

Según el Censo de 1990, realizado en la República de Panamá, se reveló que en todo el país vivían en ese mismo año, unos 194,269 indígenas de todos los grupos (kuna, guaymí, teribe, bokota, emberá, waunana y otros). Sin embargo, de éstos, 123,626 eran guaymíes, lo que constaba que en efecto, son la mayoría en población indígena.

El espacio territorial que ocupan, es legalmente conocido como la Comarca Ngobe Buglé. Esta, fue creada mediante la Ley 10 de 1997, como una división política especial en el territorio de la República de Panamá, tal como lo explica el capítulo I, artículo 1, de la misma ley.

Su supeerficie terrestre es de 694, 406 hectáreas. Se sabe que se extienden en una amplia zona montañosa de la Cordillera Central, extendiéndose desde el Tabasará, ubicado entre Bocas del Toro y Chiriquí, pasando por las sabanas de Veraguas, por los asentamientos de las riberas de Cricamola y Changuinola y terminando en la región insular costera de la Laguna de Chiriquí, en Bocas del Toro.

Los ngobes, se caracterizan por su economía preponderantemente agrícola, con productos como el maíz, banano, cacao, ñampí, yuca, plátano, arroz y frijoles, y por sus artesanías confeccionadas por telas de algodón silvestre, fibras de pita y cabuya para sus chaquiras, destacando siempre las figuras geométricas y la combinación de vivos colores.

Población Indígena de la provincia de Veraguas

Distribuida, principalmente, en los distritos de Cañazas, Las Palmas y Santa Fe la población indígena de la provincia de Veraguas perteneciente a la etnia Ngobe Buglé, convive con un sinnúmero de problemas sociales producto de todo el proceso que han experimentado los indígenas del continente.

Actualmente esta población está integrada por cerca de 28 mil personas según el último censo de población y vivienda que se realizó en el país, por lo que esta cantidad ha aumentado considerablemente.

Con la delimitación de la comarca, según Víctor Guerra presidente del Congreso Regional Ngobe Buglé, se le han asignado 259 mil 593 hectáreas las cuales tienen la finalidad de albergar a toda la población indígena de la provincia, dispersa en grandes territorios de los distritos antes mencionados.

Para Guerra uno de los mayores problemas que confrontan, aparte de los mencionados, es la falta de empleo ya que aquellos que logran obtener un título de enseñanza secundaria se enfrentan a las dificultades de un mercado cada día más exigente en el cual uno de los requisitos indispensables en todo empleado es la educación superior.

La juventud que tiene acceso al estudio se encuentra, en su mayoría desempleada, producto de la situación antes descrita y deben tomar empleos con bajos salarios y alejados de la actividad para la cual se prepararon.

Explica Guerra, que las tierras que actualmente habitan les resultan inoperantes dado que las mismas no son aptas para la agricultura, su principal fuente de manutención, por lo que están atravesando por momentos muy difíciles.

Para la dirigencia indígena de Veraguas son nulos los efectos positivos que la comarca y proyecto Ngobe Buglé han tenido sobre la región, ya que la inmensa cantidad de problemas sociales y de orden legal que confrontan siguen azotándolos, sin que puedan ver la luz al final del túnel.

En reiteradas ocasiones se han dado a conocer, en los medios de comunicación, una gran cantidad de problemas de litigios de tierras en regiones donde habitan indígenas, casos éstos que han llegado incluso a la Corte Suprema de Justicia.

Los lanzamientos y plazos para desalojar algunas tierras son casa común entre cierta parte de los integrantes de esta etnia, quienes dicen sentirse atropellados por los intereses de los más pudientes que, supuestamente, han ocupado territorios que les pertenecen desde tiempos remotos.

Es así como entre frustraciones, sueños sin cumplir, resentimientos y anhelos de un verdadero cambio, se desarrolla la vida de los primeros habitantes, de estas tierras que, después de 506 años de colonización, han visto una gran cantidad de transformaciones que, aseguran, no los han beneficiado como esperan.

Grupos Indígenas de Bocas del Toro

En Bocas del Toro existen tres etnias indígenas bien demarcadas, los Ngobe BUglés, los Nasos Teribes y los Bokotas. Según el censo de 1990 existen en la provincia 51 mil 86, 1,837 Nasos Teribes y unos 1,846 Bokotas.

Los Ngobes Buglés, según datos investigados por la profesora Migdalia Agudo M., tienen una distribución geográfica en la provincia definida de la siguente manera, en el distrito de Chiriquí Grande, eb la cabecera del mismo nombre, ebn Canquintú, Guoroni, Mununi, Piedra Roja y Punta Róbalo; en el distrito de Changuinola, en Changuinola, Almirante y Guabito, en el distrito de Bocas del Toro, en la cabecera del mismo nombre, Bahía Azul, Bastimentos, Santa Catalina, Punta Laurel y Tobobe.

Los Bokotas son considerados un remanente de los guaymíes, actuales Ngobe Buglé, pero con dialecto y cltura diferentes.

Los Nasos Teribes se encuentran ubicados en las riberas del río Teribe en el distrito de Changuinola, y vienen de las Cordilleras de Talamanca, limítrofes con Costa Rica.

 

 

 

 




 

Según el Censo de 1990 realizado en la República de Panamá, en todo el país existían en ese mismo año, unos 194 mil 269 indígenas de todos estos grupos. De éstos 123 mil 626 eran guaymíes, grupo que hace la mayoría de la población indígena panameña.

 

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