Residentes de San Felipe gestionan préstamos
para comprar casas y evitar desalojos
Jean Marcel Chéry
Crítica en Línea
Los 20 mil residentes de
San Felipe ya están resignados a su desalojo. La última posibilidad
de poder quedarse en el barrio histórico es que alguna institución
bancaria financiara la restauración y compra de sus residencias para
convertirlas en prometedores negocios-viviendas.
Inicialmente se pensó en que las familias que residían
en cada caserón se organizaran para pedir un "préstamo
colectivo" y así poder mantenerse en el "Casco Viejo",
ahora como residentes y empresarios. Pero los montos de estos préstamos
rebasarían con facilidad los 300 mil dólares y los moradores
de San Felipe son, en su mayoría, muy pobres, que sólo son
objetos de créditos para las pequeñas abarroterías
del área, donde piden mercancía fiada.
Algunas familias ya han optado por aceptar la propuesta del Ministerio
de Vivienda (MIVI) y decidieron trasladarse a pequeños apartamentos
en El Chorrillo o a modestas casa de Arraiján.
Sin embargo, la mayoría de las 3,500 familias del Casco Viejo
esperan que esta semana inicien las negociaciones con las autoridades del
MIVI y de la Autoridad de la Región Interoceánica (ARI) en
un intento de conseguir un globo de terreno en la base estadounidense de
Howard, actualmente utilizada para prácticas de paracaidismo.
El presidente de la Coordinadora Provivienda de San Felipe, José
Araúz, reconoció que es casi imposible permanecer en el lugar.
"Ya no tenemos ninguna oportunidad, porque somos pobres y pronto seremos
desalojado sin reparo por el MIVI y los dueños de las casas".
Araúz dijo ayer que el pueblo de San Felipe "está
a merced de los inversionistas millonarios que quieren sacar a los pobres
del Casco Viejo como un trapo sucio". "Son pocas las casas que
no han sido vendidas a los ricos y nosotros estamos descartados para poder
comprarlas", sostuvo. La Inmobiliaria San Felipe casi se ha apoderado
de todo el lugar, destacó.
"Podríamos haber comprado las casas si nos hubieran presentado
precios accesibles, pero el costo de las viviendas se han multiplicado por
diez. El costo promedio de las propiedades es de unos mil dólares
por metro cuadrado y es casi imposible que nosotros podamos conseguir tanto
dinero", dijo Araúz.
"No hay banco ni institución financiera que preste estas
sumas a nosotros los pobres, aunque la recuperación del préstamo
sea segura y rápida", agregó el vocero de la comunidad
de San Felipe.
Los moradores explicaron que trataron de gestionar préstamos con
varias instituciones bancarias, pero ninguna se atreve a financiar sus proyectos.
Agregaron que diferentes bancos financian proyectos de gente con pocos
recursos, pero los límites de préstamos oscilan entre mil
y cinco mil balboas.
Antes de empacar sus maletas, los residentes de San Felipe se reunirán
al medio día de hoy detrás de la Iglesia Catedral para elaborar
la última propuesta que presentarán al MIVI y la ARI.


|