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Transportistas salvadoreños suspenden paro y se reúnen con el gobierno
Agencias
Internacionales
El principal gremio del transporte colectivo salvadoreño anunció ayer la suspensión del paro nacional, iniciado hace dos días, luego que el gobierno anunciara una reunión para discutir sus demandas de aumento de diesel y créditos preferenciales. El paro de dos días causó pérdidas por más de 11 millones de dólares en la productividad del país, según informes del ministerio de Economía. "Decidimos levantar la medida como una muestra de buena voluntad y ante la respuesta positiva del gobierno", dijo Eduardo Mendoza, uno de los dirigentes de la Alianza Integremial del Transporte (AIT). La AIT, que cubre el 90% del transporte en los 14 departamentos del país, suspendió el paro luego que el presidente Francisco Flores designó antenoche al vicepresidente Carlos Quintanilla para integrar una antigua comisión negociadora. La comisión está integrada por funcionarios del gobierno, transportistas, representantes de partidos políticos y el alcalde capitalino Héctor Silva, del opositor Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN). La comisión reanudaría hoy las pláticas para discutir las demandas de los transportistas de un aumento en cuatro millones de galones de diesel al mes, líneas de créditos blandos y a largo plazo y la aprobación de una nueva legislación del transporte. Durante la medida, los transportistas estacionaron unas 5.000 unidades en las principales vías de acceso a la capital, ocasionando congestionamientos vehiculares y obligando a miles de salvadoreños a caminar por tramos. Camiones de carga, del ejército, de oficinas gubernamentales y hasta el olvidado servicio del ferrocarril fueron algunos de los medios a los que se recurrió el gobierno para trasladar a usuarios. La policía decomisó 57 unidades que obstaculizaron la vía, pero la acción nunca afectó los ánimos de los transportistas que lograron por otras zonas ingresar decenas de autobuses. La protesta surgió luego que una delegación de transportistas se retiró de las pláticas con el gobierno, acusándolo de no "tener voluntad para resolver el problema".
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