LA IGLESIA CUESTIONA ESAS PRACTICAS Clubes sexuales en Panamá
Domayko Olivares P.
Crítica en Línea
Somos una pareja de profesionales de clase media que busca otra pareja que no tenga inhibiciones sexuales para sentir nuevas y prohibidas experiencias... Este es uno de los tantos anuncios clasificados "swinger" que se pueden encontrar en revistas de adultos y ampliamente en la Internet, donde parejas de todas nacionalidades buscan saciar sus más prohibidos placeres. Ese tipo de prácticas contravienen las directrices de la Iglesia Católica, que hace poco a través del semanario "Panorama Católico" citó las palabras de Juan Pablo II incluidas en el "Evangelio de la vida": "Todo lo que ofende y viola la integridad humana... prostitución, trata de blancas y otras cosas semejantes son oprobios que al corromper la civilización humana, deshora más a quienes las practican... y son totalmente contrarios al honor debido al Creador". Las prácticas "swinger" se hacen entre personas con ninguna relación, entre ellos, si acaso de amistad. Es el sexo simplemente por placer, sin ningún tipo de retribución monetaria y sin buscar ningún compromiso. Esta palabra se deriva del verbo inglés "to swing" que significa balance, libertad de movimiento; o sea, es aquella persona con amplio criterio, casado o soltero, que decide ejercer su libertad de acción en lo que respecta su vida sexual. Esto incluye la práctica de sexo en grupos de tres personas o más, donde en algunos casos hay intercambio de pareja y todas las variaciones que puedan surgir, dependiendo de las preferencias de la persona. En Panamá desde hace 8 meses está actuando en privado un grupo de personas o "club" que se dedica a realizar actividades de este tipo y recibir nuevos miembros que deseen experimentar. Dicho "club" es contactado por correo electrónico y la finalidad es que sus integrantes puedan hacer realidad caprichos sexuales. Aunque esto pareciera nuevo, en realidad no lo es. Estas riesgosas y cuestionadas variantes sexuales se han venido practicando desde hace 3,000 años antes de Cristo en las civilizaciones antiguas y en la actualidad hay clubes de este tipo en muchos países alrededor del globo como Brasil, México, Estados Unidos, Argentina, España y Francia, entre otros. Crítica Libre contactó vía correo electrónico a dicha agrupación para conocer más sobre ellos. "La idea surge de clubes swinger del extranjero donde muchos, ya hemos participado de sus actividades y al venir a Panamá y no haber, decidimos intentar formar el nuestro", explicó el organizador del grupo, cuya identidad decidió mantener en el anonimato. El grupo es integrado por personas de toda clase como médicos, publicistas, abogados, políticos, banqueros, estudiantes, personas casadas, solteras, divorciadas o viudas. Está formado por personas de entre 22 y 45 años, de diferentes nacionalidades como europeos, norteamericanos, sudamericanos, costarricenses, mexicanos, nicaragüenses y panameños. Trascendió que quienes participan más de estas actividades son las parejas. "Generalmente llegan en parejas... o sea que cada uno tiene sexo con su pareja y hay intercambio si lo desean...", explicó. Igualmente indicó que hay miembros inactivos, que llegan cumplen su fantasía y se van. En cambio hay otros que se mantienen en las diferentes actividades que realizan. Las actividades del grupo son "normales" como "happy hours", paseos a la playa o al campo. "Cuando ya hay conocimiento suficiente entonces organizamos fiestas privadas, tipo orgía entre pequeños grupos, en residencias privadas", agregó el representante del club. Entre las fantasías sexuales más comunes del club, están los tríos o sea, un hombre que quiere dos mujeres; y una mujer dos hombres. Aunque también "se da el 'voyeurismo' cuando le excita a una pareja que los vea un extraño (a)", reveló, añadiendo además que "si una pareja decide un intercambio, eso es entre ellos, nosotros simplemente le proporcionamos la fantasía y se la hacemos realidad". Sin embargo, existe una restricción en todo este libertinaje, el homosexualismo, ya que no se permite ningún tipo de sexo gay. Igualmente se explicó que siempre se exige protección con condones para todo tipo de contacto sexual, incluyendo el sexo oral, y periódicamente los miembros se hacen exámenes de HIV - SIDA. Al indagar sobre las fuertes críticas que recibe estas prácticas por parte de la sociedad, se explicó que es cuestión de criterios y de gustos. "A veces no hay sexo con extraños, simplemente el hecho de tener una pareja al lado que está haciendo el amor, te motiva a que haya más "chispa" en tu relación sexual con tu pareja habitual", justificó el vocero del "club". Según el sexólogo, Dr. Guillermo Rolla Pimentel, estas variantes de prácticas sexuales son realizadas por un "grupito" de personas y no son comunes en nuestra sociedad. Para el Dr. Pimentel, si estas variantes son acogidas a la voluntariedad y espontaneidad, sin ningún aspecto monetario de por medio y satisfacen las inquietudes sexuales de la persona, se puede considerar aceptable para ellos, ya que obedece a patrones sexuales individuales. "Otra cosa es lo socialmente aceptable. La sociedad no acepta que ese tipo de situaciones se haga en público", aclaró el galeno. Sin embargo, - explica el Dr. Pimentel- si estas prácticas son expresiones de una neurosis, dependencia, drogadicción, disfunción sexual. Esto no hace sino esconder un trauma psicológico que debe ser resuelto por medios profesionales. Si una persona desea experimentar por curiosidad estas actividades se está exponiendo a serios problemas personales y psicológicos, advirtió el médico. "Hay que ver por qué tiene esa curiosidad, y eso significa que no están satisfechos con su propio desempeño o el de su pareja", explicó. Añadiendo que si no hay una aceptación y un vínculo de pareja que le permita satisfacerse sin necesidad de otra, entonces definitivamente hay un problema. "Desde el punto de vista terapéutico o sexológico, esto no es recomendable, a menos que la pareja lo solicite, pero no es una medida recomendable desde el punto de vista psicosocial", aseguró el Dr. Rolla Pimentel. "Definitivamente hay un irrespeto a la personalidad", añadió. En cuanto a los riesgos personales las enfermedades de transmisión sexual pasan a un segundo plano debido al uso del condón, dejando inflamable el peligro de disputas, peleas y conflictos de pareja, por este tipo de prácticas, ya que son altamente arriesgadas. Además ese tipo de experiencias puede concluir en divorcios y separaciones. A juicio del Dr. Pimentel la práctica de este tipo de variaciones sexuales, no tienen nada que ver con la profesión, el nivel económico ni mucho menos la educación, aunque tal vez la gente con "plata" lo puede hacer porque tienen más recursos. "Este tipo de actividades es común en personas con neurosis, alcoholismo, drogadicción, disfunción sexual o insatisfecha, es más bien de gente con patología", explicó. Todos tenemos fantasías y son aceptables. Empero, esto no es una fantasía, sino algo real, igual que el sexo por internet podría llegar a crear vínculos personales que comprometen la estabilidad de la pareja. Antes de que una pareja se enfrente a esto deberían consultar previamente a ver cuál es la razón de esa motivación. A juicio del Dr. Rolla Pimentel hoy probablemente la práctica esté decayendo debido a la proliferación del SIDA, mortal enfermedad que aún no tiene cura.
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