EDITORIAL
Amenaza perredista
El Partido Revolucionario Democrático (PRD) ahora amenaza con enjuiciar a la mandataria Mireya Moscoso, si ésta tiene alguna injerencia en la selección del candidato a la presidencia de la Asamblea Legislativa de los partidos que integran el Pacto de La Pintada. A los perredistas se les olvida o tienen la memoria muy corta, en cuanto a que la aplanadora legislativa que mantenían en el período 1994-1999, casi todo lo consultaba con el presidente Ernesto Pérez Balladares, quien a su vez en calidad de secretario general de ese colectivo, les tiraba la línea, en los famosos almuerzos en el Palacio de Las Garzas. Los políticos panameños son muy dados a cambiar de humor, según el ritmo del momento. No mantienen posiciones firmes y una cosa es cuando están en el gobierno y otra cuando se trepan el carro del poder. El oficialismo de ayer cuestiona a los que hoy ostentan el poder, por las mismas cosas que ellos cometían. Ningún cura recuerda cuando era sacristán, reza el dicho y hoy se aplica como anillo al dedo, en cuanto a las amenazas perredista a la jefa del Ejecutivo. Además, el artículo 186 de la Carta Magna establece que el enjuiciamiento de un mandatario sólo procede, entre otras causas, por impedir las sesiones de la Asamblea Legislativa u obstaculizar el ejercicio de las funciones de ésta. El que un jefe del Ejecutivo coordine con los partidos que la respaldan la estrategia para lograr que esas fuerzas ganen las votaciones para elegir a la junta directiva de la Asamblea, en ningún momento puede considerarse como una intromisión en los asuntos correspondientes a otro Organo del Estado. Incluso la mandataria Mireya Moscoso puede sugerir el nombre de un candidato, pero a la postre, quienes eligen son los integrantes de la Asamblea y en un legislativo tan dividido como el actual, nada asegura que el recomendado del Ejecutivo salga victorioso. Aunque el PRD puede dictar cátedra en materia de enjuiciamiento de presidentes desechables, debe aprender que esas prácticas ya están en desuso en la democracia. Hay que ser políticos responsables y estar conscientes que el voto popular es el único mecánico idóneo para tumbar a un presidente.
PUNTO CRITICO |
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