Viernes 7 de agosto de 1998

 








 

 

EDITORIAL
Martirio de las medicinas y el escándalo de las casas revertidas

L
a Comisión de Comercio de la Asamblea Legislativa desde hace más de dos meses intenta alcanzar soluciones que sinceren los precios de los medicamentos, cuyos valores escapan al control gubernamental en virtud de los conceptos globalizadores de la economía y en desmedro de las medidas que rebajaron drásticamente los aranceles de importación y concedieron múltiples ventajas fiscales favorecedoras a los personeros involucrados en la comercialización de medicinas.

Los esfuerzos parlamentarios rebotan con endurecimientos mercantiles dictados allende las fronteras nacionales por empresas fabricantes y distribuidores que se dividen la geografía mundial, unidos con entendimientos oligopólicos locales que se traducen en coincidencia de precios en casi mil productos; realidad que provoca resentimientos y ácidas protestas en el seno popular.

Ahora, en medio de las gestiones y controversias parlamentarias, ciento cuarenta y ocho productos elevan los precios, encareciendo más los rigores de la vida cotidiana panameña, en la coyuntura de favorecer sus intereses empresariales y de comercio.

La medida merece calificativo de "acción criminal", aún cuando afecte las estimas y consideraciones personales de respetables ciudadanos, dado el efecto dañino, pernicioso, que incorpora en el seno social, al privar de los socorros sanitarios y salutíferos a quienes sufren los rigores de las enfermedades y los deterioros vitales.

En medio de esta realidad dolorosa acogotadora, los panameños nos debatimos en la controversia sobre el tráfico de influencia y ventajismos gubernamentales, que permiten repartir viviendas revertidas a partidarios, amigos, simpatizantes y funcionarios de cúspide mandataria, en abierta violación de la previsión legal de la norma de 5 de 1993, que previno el trámite de licitación pública para las ventas y los arrendamientos de los inmuebles en retorno.

Aceptar como buenas las razones que vocean los funcionarios de ARI y repiten los beneficiarios de las indebidas adjudicaciones, equivale a considerar a los panameños de tontos o ignorantes; Panamá entero conoce las viviendas de las que son propietarios los señores ministros favorecidos; y agrava el decisorio burocrático al conocerse que se sacó de la convocatoria a licitación, una vez publicada, las casas en mención.

La organización jurídica de la sociedad, el Estado; y la aceptación de la cúspide de mando en el ejercicio del poder, el Gobierno; existen en la medida que cumplan los propósitos básicos del Pacto Social que definió Rosseau, que se encamina a garantizar seguridad, felicidad y bienestar de los asociados; por ello, decisorios de arbitrariedad, de agresión al sentimiento colectivo, de lesión al derecho, de imposición desorbitada, constituyen formas desafiantes a la anarquía, el caos y la incivilidad.

No debemos olvidarlo: Se impone revisar con sereno ánimo y voluntad positiva, las medidas adoptadas, cancelando las acciones de contrapelo y abuso, para afirmar la paz social y la fraternidad de la colectividad; así se alcanzan las actuaciones de estadista de amplia mente y sensitivo corazón.

 

 

 


 

AYER GRAFICO
Condecoran a ilustres ciudadanos.


CREO SER UN BUEN CIUDADANO
Sin embargo, dejo que la basura inunde mi país.


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