Ante la gran diversidad de bienes y servicios que se ofrecen al consumidor, los patrones de consumo en la sociedad panameña han cambiado notablemente.
Actualmente, en nuestro país existe un ambiente donde el ahorro es sustituido por el impulso. Ventas por televisión, tarjetas de crédito, amplias facilidades de pagos y ofertas tentadoras, son algunos de los muchos atractivos que son utilizados para promover un consumo desenfrenado.
El consumismo o "comprar simplemente por placer de acumular" se ha convertido gradualmente en una credencial de clase. Pareciera ser, que el comprador algo, lo que se busca es adquirir estatus, prestigio y diferenciación social, y si alguien no asume esta actitud nunca estará a la moda y tendrá derecho a la felicidad.
Ante la realidad socio -económica que vive el país, los hábitos y comportamientos como consumidores deben ser racionales y equilibrados. Hay que desarrollar un espíritu crítico y tener plena conciencia de los derechos y responsabilidades, a fin de lograr una mayor participación en las decisiones de consumo.
De esta forma, la capacidad y organización de los consumidores es hoy, más que una alternativa, una necesidad para proteger la economía familiar y mejorar el bienestar de la misma. |